Desde hoy, hasta el domingo, hay elecciones presidenciales en Rusia y Putin será reelegido.

🌐 ASTROLABIO # 248 - VIERNES, 15 DE MARZO DEL 2024

De hecho, su popularidad en Rusia es muy alta : inversamente proporcional a la que registra en Occidente.

Tanto en lo externo ( la guerra y sus aliados ), como en lo interno ( liderazgo bélico ), Putin ha conseguido afianzarse reciamente.

Sus principales opositores han desaparecido en condiciones opacas y sus tres rivales en las urnas son insignificantes, es decir, equivalentes a lo que fue Nikki Haley para Donald Trump.

Boris Nadezhdin, que se oponía a la guerra en Ucrania, se vio forzado a renunciar porque persistir hubiese sido peligroso.

Diez precandidatos más fueron rechazados por la escrupulosa Comisión Electoral Central.

Leonid Slutski es un nacionalista conservador del partido Liberal Demócrata de Rusia, que se comporta más como un aliado que como oponente.

Nikolai Jaritonov, el comunista ( porque todavía quedan unos cuantos ) es una figura museística ; prácticamente, jurásica.

Y Vladislav Davankov, del partido ‘Gente Nueva’, es un empresario que no se cansa de brindarle a Putin su apoyo para triunfar en Ucrania.

En síntesis, se trata de una oposición a la que puede catalogarse como « funcional », esto es, decorativa y complaciente, pero sumamente necesaria por su acción legitimadora.

Gracias a ese trío, Putin puede mostrarse ante propios y extraños como promotor del pluralismo, garante de las libertades y respetuoso de las reglas de la democracia.

Toda una exitosa receta que, alimentada por un mercadeo político rígido pero efectivo -como el vodka-, le permitirá permanecer en el poder hasta el 2030 y ser reelegido hasta el 2036.  

Tiempo suficiente para completar las tareas que se impuso desde que llegó al poder en el 2000 : reconstruir el imperio ruso, expandirse mediante guerras relámpago o prolongadas, según convenga, y aliarse con China para desafiar a Occidente.

Tareas complicadas y agobiantes pero que hasta ahora ha podido completar con relativa facilidad porque el propio Occidente se las ha facilitado.

En otras palabras, y con muy marcadas excepciones, los países occidentales se han comportado hasta ahora con Putin … del mismo modo en que lo hacen Slutski, Jaritonov y Davankov.   

vicentetorrijos.com