La Defensora del Pueblo, Iris Marín, emitió un contundente pronunciamiento contra el nombramiento de Armando Benedetti como asesor presidencial, solicitando que el exembajador se retire de cualquier cargo público debido a su historial vinculado a prácticas machistas y de violencia de género. Según Marín, el pasado de Benedetti, particularmente sus comentarios despectivos hacia la exfuncionaria Laura Sarabia, debe ser motivo suficiente para que el exembajador se aleje de la política y asuma la responsabilidad por sus acciones.
Marín recordó frases recientes de Benedetti, en las que afirmó que Sarabia solo había obtenido su puesto en el gobierno de Gustavo Petro gracias a él, y la calificó de “imbécil, ingenua y sin experiencia”. Para la Defensora, estos comentarios evidencian la cultura machista presente en el ámbito político colombiano. “Estas frases, dirigidas por el señor Armando Benedetti a una alta funcionaria del Gobierno, son frases a las que se enfrentan las mujeres cuando acceden a cargos de poder. Ponen en duda la capacidad que tenemos las mujeres de llegar a lugares de alta dirección o de decisión del Estado por nuestro esfuerzo y experiencia”, señaló Marín.
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Además, la Defensora del Pueblo cuestionó las consecuencias que podría acarrear el nombramiento de Benedetti, especialmente en un contexto de creciente indignación por la crisis de derechos humanos de las mujeres. “Si fuera cierto, ¿qué mensaje se enviaría al país precisamente en los días en que nos indignamos por la grave crisis de derechos humanos de las mujeres si se llegara a nombrar al señor Benedetti en el cargo?”, preguntó Marín. Para ella, la designación de Benedetti en el Gobierno Petro sería un paso atrás en la lucha por la igualdad de género y un mensaje de tolerancia hacia la violencia contra la mujer.
Finalmente, Marín hizo un llamado directo al presidente Gustavo Petro, instándolo a reconsiderar el nombramiento de Benedetti, argumentando que sería un acto coherente con los principios de igualdad de género que el Gobierno ha promovido hasta el momento. La solicitud de la Defensora pone de manifiesto una nueva tensión dentro del Gobierno, en medio de las discusiones sobre los nombramientos y la responsabilidad pública de aquellos que ocupan cargos de poder.