Para muchos esta pandemia ha sido muy difícil, pero para otros ha sido una bendición porque encontraron alternativas de la noche a la mañana para generar los recursos que necesitaban para sobrevivir y poder pagar los gastos que sagradamente debían cancelar cada mes.
El aislamiento no permitió que muchos negocios siguieran funcionando, a otros les terminaron el contrato, pero lo cierto es que a muchos se les vino la noche porque el tren de gastos siguió y debieron reinventarse, (palabra de moda en esta coyuntura).
Y no es para menos. Es dejar de hacer hoy una cosa, una actividad que me permitía ganarme el pan de cada día y vivir cómodamente de alguna manera, pero que al presentarse esta emergencia sanitaria, no podía seguir en lo mismo y les tocó, al día siguiente, hacer otra cosa totalmente distinta, y en muchas ocasiones, ni siquiera planeada.
Varias empresas han cerrado, dejando miles de personas sin trabajo. Y este colapso ha servido para encontrar nuevas opciones y en algunos casos mejores, comparado con lo que venían haciendo. Difícil generalizar pero ha pasado con frecuencia, más de lo que uno se puede imaginar.
Queda demostrado, una vez más, que siempre detrás de una dificultad hay una oportunidad. Y así lo refleja una joven periodista, madre cabeza de familia, Silvia Juliana Aparicio, quien a raíz del Covid-19 se quedó sin trabajo, pero no tuvo ningún inconveniente en buscar otras opciones. Identificó que podría ser el enlace entre una empresa que vendía mercados a los restaurantes pero que ante el cierre de los mismos debieron buscar otros nichos como el de las familias comunes y corrientes.
Y fue así como inició la búsqueda de amigos y conocidos para venderles alimentos a domicilio que en calidad y precios superan a los de un fruver de cualquier barrio de Bogotá.
Diego Pinilla, hasta antes de la pandemia, era un microempresario dedicado, junto con 10 familias, a la realización de eventos que le permitían facturar más de 40 millones de pesos al mes, ingresos que cayeron a cero con el aislamiento. Contó a Colmundo que buscó opciones como plataformas para comprar frutas y verduras directamente a los campesinos y hoy no da abasto con la bodega que le tocó conseguir para guardar los productos y luego comercializarlos.
Casos de emprendimiento que han surgido, incluso, como una terapia para salir de la ansiedad y depresión que produce la emergencia sanitaria que no ha permitido a algunas personas dormir bien y es el caso de la periodista Adriana Álvarez Uribe, Jefe de Redacción de W Radio, quien para canalizar su situación emocional se dedicó a pintar unas obras maravillosas, descubriendo un talento que ni ella misma lo conocía. Sus cuadros ahora son muy bien vendidos y apetecidos.
Y así hay un sin número de experiencias. La misma alcaldesa de Bogotá, Claudia López dijo a Colmundo que esta cuarentena ha valido la pena porque se fortaleció al sector salud con recursos, mejorando su infraestructura y el aumento en el número de camas de las Unidades de Cuidados Intensivos de los centros asistenciales.
Algunos pensadores afirman que uno mismo es el que decide qué hacer con su vida, que uno mismo es el arquitecto de su presente y su futuro porque el pasado quedó atrás. El libro del amor dice “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” y “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.