Cuando la adversidad nos quiere derrotar

Frente a las dificultades, generalmente buscamos que desaparezcan y pedimos a Dios que quite las situaciones adversas de nuestra vida. Tenemos que enfrentarnos a múltiples desafíos y exigencias en el medio familiar y social, esto requiere desarrollar la capacidad de tomar buenas decisiones que le conduzcan a experimentar, no solo resultados, sino fruto en todas las áreas de su vida.  

Sin embargo, cuando intenta hacerlo, se encuentra con una vida personal que tiene muchos conflictos y situaciones sin resolver, y que se tornan en el mayor impedimento para vivir la vida que Dios ha determinado para él. En medio de la adversidad necesitamos tener una buena capacidad de tomar las decisiones que nos conducen por el camino aprendiendo a volar por encima de ellas. 

En el Manual de Vida encontramos un hombre llamado Elías, que es un ejemplo claro de lo que implica tomar el camino perfecto, cuando la vida nos presenta dificultades. En el caso de este hombre, recibe una amenaza de muerte y tiene que decidir, confiar en la protección de Dios, o tomar la decisión de huir de la adversidad que estaba enfrentando.  

Ante una situación de conflicto emocional, familiar y económico, generalmente buscamos escapar y evadir porque no sabemos que en medio de la dificultad si nos acercamos a Dios, no solo nos ayudará, sino que nos hará más fuerte y maduros para la vida.  

No podemos olvidar que las dificultades son parte de la vida para crecer y afrontar los grandes desafíos. La reflexión es ¿Qué adversidad atraviesa usted hoy? ¿Cuál ha sido su decisión, huir o enfrentar? Pues de su decisión dependerá nuestro accionar. 

En medio de la adversidad, la clave es estar con Dios porque su amor nos genera seguridad, confianza y valía en lo que somos y hacemos; en 1 Reyes 19:1-5 vemos de manera muy clara como Dios se aparece a Elías y lo lleva a volar por encima de su realidad.  

En medio de nuestros problemas, Dios siempre estará dispuesto a aparecer en nuestro camino, llevándonos a experimentar confianza y victoria, pues la clave no es lo que nos rodea, ni lo que enfrentamos, sino con quien vamos. Su presencia nos da la garantía de que todo vendrá a bien, cuando tomamos el camino perfecto. 

Dios le dice “Levántate”: este término indica que Elías estaba caído, pues en medio de la adversidad había perdido la esperanza y las ganas de vivir. En nuestra vida hoy puede haber situaciones que nos hayan quitado las ganas de vivir o la esperanza, pero el escuchar lo que Dios nos dice hoy, nos da la certeza que su trato siempre valdrá la pena. 

Todos los seres humanos vivimos situaciones de dificultad o adversidad, pero el verdadero problema está en las decisiones que tomamos en medio de las dificultades. No podemos seguir siendo de aquellos que se pasan la vida huyendo de sus problemas, viviendo vidas de frustración, nuestro llamado es elegir a Dios en nuestra vida, pues Él se constituye en el camino perfecto, el camino que nos lleva a la bendición total. 

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Escrito por Juan Carlos Gaviria y Yolanda Salazar