Las devastadoras lluvias torrenciales y las inundaciones en Libia han dejado una tragedia de proporciones catastróficas, según advierte un funcionario de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). El país africano se encuentra en estado de emergencia mientras las autoridades luchan por hacer frente a la magnitud de la crisis.
El funcionario de la FICR, Tamer Ramadan, declaró en una conferencia de prensa en Ginebra que el número de muertos es “enorme” y que podría ascender a miles, dado que se estima que alrededor de 10.000 personas están desaparecidas como resultado de las inundaciones. Aunque aún no se tienen cifras definitivas, se espera que la situación se vuelva más clara a lo largo del día.
Las necesidades humanitarias en Libia superan ampliamente las capacidades tanto de la Media Luna Roja Libia como del gobierno. La tormenta Daniel, calificada por expertos como un fenómeno extremo en términos de cantidad de agua caída, ha causado estragos en varias regiones del país, incluyendo el este, que alberga importantes yacimientos y terminales petrolíferas.
La Compañía Nacional de Petróleo (NOC) ha declarado el “estado de máxima alerta” y ha suspendido los vuelos entre los centros de producción debido a la reducción drástica de la actividad.
Derna, una ciudad en el noreste del país, es una de las zonas más afectadas por las inundaciones que han arrasado varias ciudades a lo largo de la costa mediterránea. Sin embargo, se teme que los esfuerzos de ayuda puedan verse obstaculizados por las fracturas políticas en el país, que ha sido testigo de una lucha de poder de una década entre dos administraciones rivales.
La lluvia intensa es resultado de un sistema de baja presión que causó inundaciones catastróficas en Grecia, Turquía y Bulgaria antes de trasladarse al Mediterráneo y convertirse en un ciclón de tipo tropical, conocido como medicane. Este sistema meteorológico, similar a tormentas tropicales y huracanes, ha generado estragos en su camino.
La Media Luna Roja de Libia informó que más de 300 personas habían perdido la vida en Derna, y lamentablemente, la organización ha perdido a tres de sus voluntarios en medio de esta tragedia.
Ahmed Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio (LNA) con sede en el este del país, informó que dos presas se habían derrumbado bajo la presión de las inundaciones, destruyendo tres puentes y llevando a la destrucción de barrios enteros que finalmente fueron arrastrados al mar.
Esta catástrofe se produce en un contexto en el que Libia sigue dividida por conflictos políticos y militares desde el levantamiento de 2011. El país ha sido testigo de una lucha de poder entre administraciones rivales en la ciudad oriental de Bengasi y la capital occidental, Trípoli.
La situación es descrita como “catastrófica y sin precedentes”, según las autoridades locales. Las imágenes compartidas en las redes sociales muestran vehículos sumergidos, edificios colapsados y corrientes de agua devastadoras recorriendo las calles.
Varios países, incluyendo Turquía, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, han ofrecido ayuda humanitaria y equipos de búsqueda y rescate a Libia en medio de esta crisis. Se espera que el sistema meteorológico continúe moviéndose hacia el este, hacia el norte de Egipto, con la posibilidad de más lluvias intensas en la región en los próximos días. La situación sigue siendo crítica mientras los equipos de rescate trabajan incansablemente para encontrar supervivientes entre los escombros.