ASTROLABIO # 300 - VIERNES, 14 DE MARZO DEL 2025
Primero, que algunos flamantes expresidentes que andan por ahí, sin oficio, se quedaron con los crespos hechos.
Por tanto, un puesto tan apetecido como ese ha quedado en manos de un conocedor de la política internacional graduado en la metrópoli holandesa y no de un burócrata de siete suelas.
Segundo, Albert Ramdin no es el ideólogo izquierdista y agitador de masas que algunos querían para la Organización.
Antes bien, como canciller de Surinam, hace parte de un partido socialdemócrata curtido en coaliciones serenas y en buena parte responsables de la estabilidad en el Caribe.
No en vano, el apoyo que recibió inicialmente por parte de CARICOM, o de gobiernos como el de Colombia, Brasil, y los Estados Unidos, después, demuestra que goza de una confianza horizontal que lo sitúa mucho más allá de simples lecturas ideologizadas.
Tercero, a diferencia del secretario saliente, Luis Almagro, que tuvo que ganarse esa confianza después de haber sido elegido, Ramdin llega con ella bajo el brazo para contribuir firmemente al respeto por la democracia.
Una tarea que, lejos de ser opaca o borrosa resulta hoy muy fácilmente comprensible por cuanto las anocracias ( las deformaciones deliberadas de la democracia ) saltan a la vista.
En la práctica, eso significa que su misión principal será la de identificar las capacidades reales de la Organización para enfrentar coordinadamente las principales amenazas intencionales y no intencionales que se ciernen sobre el hemisferio.
Para resumir, crimen organizado, desastres y violaciones. Pero en un marco de eficiencia, rendición de cuentas y austeridad absoluta.
De lo contrario, hará veloz carrera una pregunta esencial que, en cualquier caso, viene bien como marco referencial de su gestión : ¿ Realmente, es necesaria la OEA ? ¿ O es preferible confiar solamente en la diplomacia bilateral, los acuerdos directos y la cooperación selectiva ?
vicentetorrijos.com