El aumento del ACPM llega en un momento delicado para la economía nacional y representa una carga adicional para los consumidores.
Desde la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco) seccional Bogotá-Cundinamarca expresaron su preocupación por las consecuencias que ha dejado el paro nacional de transportadores de carga, a causa del incremento en el precio del diésel (ACPM) que fijó el Gobierno Nacional.
Desde el gremio de los comerciantes aseguran que los bloqueos y restricciones en las vías, especialmente las de ingreso a la ciudad y municipios aledaños, no solo han afectado la movilidad de las personas, sino que también han impactado negativamente el comercio de la ciudad.
El director de Fenalco Bogotá, Juan Esteban Orrego, aseguró: “La movilidad restringida desde el lunes en la tarde está obligando a miles de bogotanos a dedicar hasta dos horas adicionales para llegar a sus lugares de trabajo y regresar a casa, lo que afecta significativamente la productividad en múltiples sectores”.
Según Orrego, las ventas en la ciudad han caído en un 80%, por lo que muchas personas optan por no salir de sus casas o apresurarse a llegar a sus destinos, reduciendo de esta manera la afluencia de compradores en los establecimientos de comercio y provocando cancelaciones de citas laborales.
Por esta situación, el gremio eleva un llamado de urgencia al Gobierno Nacional y a los transportadores para priorizar los diálogos y encontrar una solución concertada que evite mayores perjuicios a la economía de la ciudad y la región, así como al bienestar de sus ciudadanos.
“Si bien desde el gremio no compartimos el incremento escalonado de los costos del diésel, por considerar que encarece los productos movilizados por el transporte de carga nacional, tampoco creemos que los bloqueos que afectan a la ciudadanía y a las empresas sean el camino para manifestar el descontento y rechazo a la medida”, señaló el director de Fenalco Bogotá-Cundinamarca.
Por su parte, el presidente nacional de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, declaró que la decisión del Gobierno de aumentar el diésel será un golpe para el bolsillo de los colombianos y anticipó un posible incremento en los precios de los alimentos de la canasta familiar.
De acuerdo con Cabal, replicando lo anunciado por Fedetranscarga, por cada $2.000 pesos que aumente el diésel, la tarifa de los fletes aumentará un 8%. “Por ende, los transportadores del país tendrán un aumento en sus costos para el traslado de los alimentos”, resaltó.
“Prácticamente la totalidad de los bienes que conforman la canasta familiar subirán de precio, aparte de los aumentos que se produzcan por otros factores como el aumento en el salario mínimo, los peajes y el cierre de vías, entre otros”, puntualizó Cabal.