En un paso sin precedentes, Colombia oficializó la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel, siguiendo el anuncio realizado por el presidente Gustavo Petro. La medida se fundamenta en la postura del Gobierno colombiano frente al conflicto entre Israel y Palestina, denunciando las acciones del Gobierno israelí y su presunto incumplimiento del Derecho Internacional Humanitario.
La Cancillería emitió un comunicado en el que se destacan las razones detrás de esta decisión, subrayando que Colombia no puede mantener relaciones diplomáticas con un gobierno acusado de genocidio y crímenes de guerra. En palabras del comunicado, “Colombia no puede ser cómplice ni guardar silencio manteniendo relaciones diplomáticas con un gobierno que se comporta de esa manera y enfrenta tan graves acusaciones de la comisión de un genocidio, crímenes de guerra y violaciones al Derecho internacional Humanitario”.
Es importante destacar que esta medida no afectará las relaciones con el pueblo israelí ni con las comunidades judías, ya que Colombia reconoce los lazos históricos y de amistad que persisten. Los cuerpos diplomáticos colombianos regresarán al país, mientras que la asistencia y servicios para los connacionales en Israel y Palestina continuarán a través de la Sección Consular de la embajada en Tel Aviv.
La Cancillería colombiana también reiteró el llamado a ambas partes del conflicto a buscar una solución pacífica y dialogada para poner fin al derramamiento de sangre en la Franja de Gaza. En este sentido, Colombia reafirmó su convicción en la solución de dos Estados, conforme a las líneas fronterizas acordadas por las Naciones Unidas en 1967.
No obstante, la medida colombiana ha generado una respuesta contundente por parte de Israel. El canciller israelí, Israel Katz, calificó al presidente colombiano, Gustavo Petro, de “antisemita lleno de odio”, acusándolo de premiar a los “monstruos más despreciables” al romper relaciones con Israel.
Esta ruptura diplomática se produce en un contexto de tensión internacional por el conflicto en Gaza, donde más de 34.500 palestinos, incluidos más de 14.000 niños, han perdido la vida en casi siete meses de guerra. La decisión de Colombia refleja un posicionamiento firme en defensa de los derechos humanos y la búsqueda de una solución pacífica en la región.
El presidente Petro, en su discurso durante el Día Internacional del Trabajador, reafirmó la necesidad de solidaridad con el pueblo palestino y expresó su convicción de que “si muere Palestina, muere la humanidad”. A pesar de las críticas recibidas, Colombia sostiene su compromiso con la justicia y la paz en el Medio Oriente.
El anuncio de la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel marca un precedente en la política exterior colombiana y envía un mensaje contundente sobre su compromiso con los derechos humanos y la paz mundial.
Humberto ‘Toto’ Torres