Durante un reciente debate en el Concejo de Bogotá sobre el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) y la creciente evasión en TransMilenio, el concejal Marco Acosta lanzó un llamado urgente para replantear las estrategias actuales de control, ante la alarmante cifra de más de $719 millones que el sistema pierde diariamente por usuarios que no pagan su pasaje. Las pérdidas anuales superan los $262.435 millones.
Según el informe de evasión 2024-1 del componente troncal de TransMilenio, el 14,33 % de los usuarios evade el pago. Las modalidades más frecuentes son el ingreso indebido por torniquetes (6,68 %) y por accesos laterales (5,27 %). Los fines de semana presentan los picos más altos de evasión: domingos y festivos concentran el 24,40 % de los casos, seguidos por los sábados con el 19,25 %.
Las estaciones con mayor porcentaje de evasión son:
• Calle 6: 35,12 %
• Calle 13 (F): 34,18 %
• Caracas Sur (H): 27,88 %
“El comportamiento evidencia una tendencia sistemática de evasión en días con menor presencia institucional o control operativo. Esto exige una respuesta estructural, no solo medidas reactivas”, enfatizó Acosta.
Además de denunciar el impacto económico de la evasión, el concejal cuestionó el peso del Fondo de Estabilización Tarifaria, FET, en las finanzas distritales. Para 2025, este fondo, destinado a cubrir el déficit tarifario del sistema, está proyectado en 3,1 billones de pesos, cerca del 10 % del presupuesto de la ciudad. Actualmente, la tarifa que pagan los usuarios cubre apenas el 45 % del costo operativo, lo que obliga al Distrito a subsidiar el 55 % restante.
“La situación es insostenible. El FET se ha convertido en una arteria rota por donde se drenan los recursos de la ciudad. Estamos subsidiando un sistema que pierde más de un cuarto de billón de pesos al año solo por colados”, advirtió Acosta.
También alertó sobre el creciente descontento ciudadano: apenas el 35 % de los bogotanos se siente satisfecho con TransMilenio, mientras que medios alternativos como la motocicleta (88 %) y la bicicleta (81 %) tienen una percepción mucho más favorable. En hogares con salario mínimo, el transporte representa el 11,69 % del ingreso mensual. “En Bogotá, trabajar cuesta”, resumió el concejal.
Frente a este panorama, Acosta propuso una campaña de cultura ciudadana con mensajes directos e impactantes como “¡Evita el susto, paga lo justo!” o “¡Colarse también es corrupción!”.
La estrategia incluye:
Con este llamado y propuesta, desde el Concejo se espera que la administración distrital y TransMilenio prioricen acciones estructurales y educativas que permitan cerrar la “hemorragia financiera del sistema” y fomentar una cultura de legalidad y corresponsabilidad ciudadana.
Paola Martínez Burgos