En las últimas horas, las autoridades confirmaron la caída de dos estructuras criminales importantes. Por una parte, la detención de 21 integrantes de la peligrosa estructura multicrimen denominada ‘Génesis’. Según las investigaciones, esta organización delictiva estaría vinculada con cuatro homicidios, cuatro casos de desaparición forzada y casos de tortura, además de tráfico de estupefacientes y otros hechos delictivos.
El alcalde Carlos Fernando Galán explicó que el cabecilla de esta banda multicrimen, alias ‘Compa’ o ‘El Viejo’, dirigía las acciones criminales desde una cárcel en Santander. Los integrantes de “Génesis” instrumentalizaban menores de edad para la comisión de delitos en las localidades de Rafael Uribe Uribe y Usme, en el suroriente de Bogotá.
Estas capturas se lograron luego de más de 10 meses de investigación por parte de la Policía de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación. Se desarrollaron 24 diligencias de allanamiento; durante los operativos de captura se encontraron cuatro armas de fuego y abundante munición, además de estupefacientes.
Por otra parte, la Policía de Bogotá, a través del Grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula), logró tres capturas por los delitos de extorsión agravada y concierto para delinquir.
Durante seis meses de investigación y la recepción de 11 denuncias, se logró establecer cómo delinquía esta red denominada ‘La Octava’, que estaría liderada por una persona que se encuentra privada de la libertad.
Mediante diligencias de allanamiento y registro en las localidades de Engativá y Bosa en Bogotá, el municipio de Soacha y en las ciudades de Medellín y Cali, se materializó la captura de tres personas por orden judicial.
“Estas personas presuntamente se dedicaban a la suplantación mediante plataformas de citas, donde ubicaban a sus víctimas a través de redes sociales y obtenían información íntima (fotografías y videos)”, aseguró el teniente coronel Carlos Cárdenas, comandante del Gaula Bogotá.
De acuerdo con las autoridades, la información recolectada era utilizada en su contra, y así realizaban el cobro de las extorsiones. Las exigencias económicas oscilaban entre 5 y 6 millones de pesos. Esta red criminal habría generado ingresos superiores a los 650 millones de pesos producto de estas exigencias económicas.
Paola Martínez Burgos