La capitana de la Selección Colombia analizó el recambio generacional y confirmó que se mantiene intacto el deseo de alzar un título.
Un nuevo ciclo comienza en la tricolor femenina. Tras el diploma olímpico conseguido en París 2024, las dirigidas por Ángelo Marsiglia rápidamente pasan la página y ya piensan en Brasil, el primer sparring de cara al objetivo a mediano plazo, la Copa América Femenina, que se disputará en Ecuador el próximo año.
Tras la lamentable eliminación en los Juegos Olímpicos, donde a Colombia le terminaron empatando el juego de cuartos de final en el epílogo y posteriormente perdió en los penales, se suma a la decepcionante participación en la Copa Oro, donde fue eliminada a manos de Estados Unidos con un contundente 5-0. La selección Colombia está obligada a reinventarse, tanto en nómina como en juego, pensando en que el primer reto se aproxima: la tan anhelada, pero al mismo tiempo esquiva, Copa América, donde actualmente Colombia es subcampeón en ambos géneros. “Uno, como deportista, siempre va a tener objetivos a mediano, corto y largo plazo. Este equipo nunca ha dejado de ponerse objetivos, siempre tenemos retos grandes que no son fáciles de cumplir, pero yo creo que hemos formado una familia que ha entendido que esa es la manera para lograr los objetivos”, declaró Catalina Usme, capitana de la Selección.
La Selección, con todas sus figuras a bordo, ya se congrega en la sede de la Federación Colombiana de Fútbol, esto pensando en el doble enfrentamiento ante las ‘cariocas’ en Vitoria. La mayoría de las jugadoras ya están en la capital; en la mañana de este lunes tuvieron la primera sesión de entrenamiento de este microciclo y el grupo viajará a territorio brasileño en la noche. Catalina habló con respecto a los objetivos en lo que resta de la temporada: “Lo que resta de este año es seguir afianzando el equipo, las niñas que van llegando poder sumarlas al equipo, que vayan sabiendo cómo se compite en esta categoría; es un cambio generacional importante”.
Los primeros acercamientos en una nómina que continúa teniendo como base a las referentes en los últimos años son las jugadoras Gisela Robledo, Jennifer Álvarez, Karla Torres, Wendy Bonilla, entre otras, jugadoras que son catalogadas como el recambio generacional y se unen a otras que, aunque son jóvenes de edad, ya han tenido bastante participación con la Selección, como el caso de Linda Caicedo y Ana María Guzmán, que regresa tras un año ausente por lesión.
“Para nosotros la próxima Copa América va a ser muy importante, creo que volver a clasificar a estos torneos es revalidar que esta selección tiene con qué competir a nivel internacional con cualquier selección. Sin duda alguna, estamos en ese proceso de seguir afianzando esos torneos internacionales”.
Pensando en integrar a las nuevas jugadoras y foguearse con las selecciones más fuertes del continente, la tricolor, antes de finalizar el año, enfrentará a Brasil, actual campeón de América, y a la Selección de Argentina en noviembre. El protagonismo individual que han venido teniendo diferentes jugadoras en el fútbol de primer nivel es un valor que rescata la máxima goleadora de la Selección Colombia. Distinciones como tener a la mejor jugadora joven del mundo, a dos jugadoras parte del equipo campeón de Libertadores y grandes actuaciones de jugadoras en Champions League y diferentes ligas en Europa, son valores que enriquecen el colectivo de la selección. “Soñamos con un título, con ese título de Copa América que se nos ha escapado varias veces. Ahora estamos mejor posicionadas y ese rodaje es importante porque nos permite aportarle mejores cosas a la Selección”.
Alexander Cortés