Caso Matthew Perry: médico acepta cargos por suministro ilegal de ketamina

¿Se está repitiendo el patrón de acceso indebido a medicamentos entre celebridades?

El médico acusado de estar involucrado en la muerte del reconocido actor Matthew Perry ha decidido declararse culpable por el suministro ilegal de ketamina, sustancia que, según la investigación, fue clave en el fallecimiento del artista. Salvador Plasencia, radicado en California, es señalado por las autoridades de haber proporcionado la droga sin justificación médica y fuera de un entorno autorizado. La fiscalía sostiene que el suministro ocurrió de manera reiterada, sin los controles necesarios para garantizar su uso seguro.

“El doctor Plasencia se declarará culpable por distribución de ketamina sin licencia válida, lo que constituye una violación federal”, confirmó un vocero del Departamento de Justicia de EE. UU. La ketamina, inicialmente desarrollada como anestésico, ha cobrado relevancia tanto en tratamientos psiquiátricos como en uso recreativo, debido a sus efectos disociativos. En el caso de Perry, quien fue hallado sin vida en su residencia de Los Ángeles en octubre de 2023, la autopsia mostró altos niveles de esta sustancia, además de otros medicamentos recetados.

Citando documentos judiciales del caso, Plasencia habría recetado ketamina al actor sin una evaluación médica reciente ni un seguimiento adecuado. “La investigación demostró que el medicamento fue suministrado sin cumplir los requisitos médicos, lo que representa una conducta criminal y negligente”, señalaron las autoridades sanitarias. Al tratarse de una droga controlada, su administración debe seguir estrictas regulaciones médicas, especialmente por sus posibles efectos adversos en el sistema cardiovascular y neurológico.

El caso ha reavivado el debate sobre la accesibilidad a sustancias de riesgo para celebridades y personas con alto poder adquisitivo, para eludir los controles del sistema de salud. “No es un incidente aislado”, alertan expertos en toxicología, quienes insisten en la necesidad de reforzar la supervisión de tratamientos con potencial de abuso. Perry, reconocido mundialmente por su papel como Chandler Bing en la serie “Friends”, había sido transparente sobre sus problemas de adicción en su autobiografía, lo que añade una dimensión pública y de preocupación a su caso.

De momento, la familia del actor no ha emitido declaraciones recientes, aunque en meses anteriores solicitó una investigación exhaustiva para establecer responsabilidades en torno a su fallecimiento. Plasencia enfrentará una audiencia en las próximas semanas en una corte federal y podría recibir una condena de varios años de prisión, además de la posible inhabilitación de su licencia médica. Además, se estaría investigando la participación de otros profesionales de la salud en la prescripción de sustancias al actor.

Más allá del mediático proceso judicial, el caso pone en evidencia las fallas en el sistema de control de medicamentos en los Estados Unidos, sobre todo en el manejo de sustancias con potencial de uso recreativo o terapéutico emergente. “No es solo un asunto penal, sino un llamado de atención al sector médico”, expresó un portavoz de la DEA. Las autoridades esperan que este juicio marque un precedente en la regulación de drogas psicotrópicas dentro y fuera del ámbito clínico.

JUAN JOYA