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Casi todo el mundo cree que la organización terrorista ETA desapareció hace 5, o 10 años. Pero no.

🌐 ASTROLABIO # 205 - VIERNES, 19 DE MAYO DEL 2023

 

Se camufló, mutó y se transformó en Bildu, un partido político que, de labios hacia afuera, rechaza el terrorismo, pero que, en verdad, está dedicado a revictimizar, intimidar e independizar de España al bienamado país vasco.

Y lejos de ser una opinión, lo dicho se sustenta en los hechos.

De cara a las elecciones territoriales, el mencionado partido incluyó en su listado no a uno, ni dos, ni tres, sino a 44 personajes que hicieron parte de la banda terrorista, siete de ellos condenados por delitos de sangre, aberrantes, despiadados, execrables.

Aún así, mucha gente afiliada al romanticismo terrorista podría decir que esa actitud político-electoral, lejos de ser condenable y abominable, es una muestra positiva de la transformación sincera que identifica a los criminales.

El problema para tales contemporizadores de la violencia ( ¡ que pululan en el vecindario ! ) surge cuando son las evidencias, y no solo una columna analítica como esta, las que desenmascaran a los mimetizados.

O sea, que el problema para los cómplices soterrados de los terroristas surge cuando son los propios perpetradores quienes se descubren, quienes aceptan su verdadera condición y, en consecuencia, resuelven retraerse, replegarse y ponerse a buen cubierto al hallarse en evidencia.

En efecto, cuando la organización ‘Covite’, defensora genuina de las víctimas del terrorismo en España, escruta con lupa las listas electorales del tal Bildu y descubre que semejante contingente de militantes de la ETA se han transformado en candidatos, el escándalo que se suscita no es más que poca cosa para expresar el sentimiento de repudio propio de una sociedad a la que tanto le ha costado edificar la democracia y la libertad.

En resumen, si los filoetarras han expresado, ellos mismos, que renunciarán a posesionarse ( en el remoto caso en que resulten elegidos ) para no incrementar el dolor de las víctimas, están poniendo de presente, justamente, la tesis que en este texto se agita y se esgrime : que, en una democracia, la violencia no puede ser admitida como método político.  Así de simple ; y gústele a quien le guste.

No obstante, siempre cabe preguntarse si los mutantes de Bildu habrán adoptado esa conducta por verdadera convicción, o si lo han hecho tan solo porque al verse desnudados no han tenido más remedio que replegarse, agazaparse.

Dicho de otro modo, si su cambio de actitud fuese sincero y si en verdad condenasen el terrorismo del que han hecho parte a lo largo de sus vidas, lo obvio hubiese sido que se hubieran abstenido de alardear como candidatos.

Porque, como se colige de lo acontecido, lo único que han hecho es soslayar la violencia directa tan solo para ufanarse de ser ahora los más avezados practicantes de la violencia indirecta, aquella que, en el fondo … ¡ puede ser más tóxica, destructiva e indignante que cualquier otra violación de la dignidad humana !

 

vicentetorrijos.com