La Ministra de relaciones exteriores de Colombia, Laura Sarabia abordó la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos, destacando los esfuerzos conjuntos en la lucha contra los cultivos ilícitos. Durante un encuentro con periodistas, la jefe de la diplomacia en Colombia enfatizó que el objetivo principal de las mesas de diálogo es exhibir los avances del país en la erradicación y sustitución de estos cultivos, con miras a obtener la certificación por parte del gobierno estadounidense.
Sarabia señaló que Colombia se prepara tanto para un escenario de certificación como para uno de descertificación, aunque este último fue calificado como hipotético. La funcionaria subrayó que el país trabaja en un plan estructurado para la disminución de cultivos ilícitos, con la esperanza de que los resultados sean reconocidos por Estados Unidos. Según la canciller, la lucha contra el narcotráfico no solo responde a las demandas de EE.UU., sino también a las directrices del presidente Gustavo Petro.
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“Nos preparamos para un escenario de certificación, que es a lo que le estamos apostando en cada una de las acciones que hacemos, pero también estamos preparándonos para un escenario de descertificación sobre el que no quiero ahondar, porque es un escenario hipotético”. Expreso la diplomatica.
En este contexto, Sarabia destacó la importancia de una erradicación sostenible, que brinde alternativas a los campesinos para evitar que regresen a los cultivos ilícitos. La meta establecida por el gobierno es alcanzar 30.000 hectáreas de erradicación voluntaria, una estrategia que busca transformar las economías ilícitas y ofrecer soluciones duraderas a las comunidades afectadas.
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La visita de la semana pasada de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, fue mencionada como un ejemplo de la solidez de la relación bilateral. Sarabia afirmó que el altercado entre el presidente Gustavo Petro y Donald Trump, relacionado con la política de deportación de migrantes, es un tema completamente superado, lo que refuerza la cooperación entre ambos países.
La canciller reconoció que la batalla contra el narcotráfico aún está lejos de ganarse, pero insistió en la necesidad de construir políticas sostenibles que permitan transformar los territorios afectados. Este enfoque busca no solo erradicar los cultivos ilícitos, sino también ofrecer alternativas económicas viables para las comunidades.
“No hemos ganado la batalla. Esperamos que los resultados se evidencien y se muestren en una certificación por parte de los Estados Unidos” declaró Sarabia.
En el pasado, Colombia ya enfrentó un escenario de descertificación durante el gobierno de Ernesto Samper, en los años 1996 y 1997. En ese entonces, el país fue señalado por presuntos vínculos con el narcotráfico, lo que llevó al presidente estadounidense Bill Clinton a emitir una orden ejecutiva calificando a Colombia como una amenaza para la seguridad de EE.UU.
En la actualidad, el Gobierno colombiano apuesta por una estrategia integral que combine la erradicación sostenible con la transformación territorial, buscando consolidar una relación bilateral sólida y alcanzar resultados conjuntos en la lucha contra el narcotráfico.
Juan Joya