El conjunto Leopardo arriba a Brasil con la obligación de sumar ante uno de los líderes del grupo. La derrota lo dejaría técnicamente fuera de la Copa Libertadores, a la espera de lo que ocurra con Racing y Colo Colo.
Comienza la definición de la fase de grupos de la Copa Libertadores, y hoy el turno es para el conjunto Leopardo, que ha venido de más a menos en este certamen. Comenzó con un triunfo importante en el Cilindro, pero en casa no pudo ganar y viene de caer de manera apabullante 4-0 ante Racing en el Américo Montanini. Ahora, en condición de visita, primero en Brasil y posteriormente en Chile, tendrá que ir a buscar lo que no pudo en casa, siendo este un escenario que ya conoce y en el cual ha conseguido su única victoria en lo que va de la copa, fuera del Montanini.
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Para esta noche en el Arena Castelao, Bucaramanga recupera dos piezas claves en su esquema, que sin duda han hecho mucha falta y que ya se encuentran a disposición de Leonel Álvarez: Fabián Sambueza y Luciano Pons, el corazón del equipo y el goleador. Ambos se ausentaron algunos juegos, y aunque Sambueza apenas se reintegró a competencia en el juego ante Racing, denotó que no estaba al 100% y que le costó la adaptación física. Por otro lado, Leonel vuelve a equivocarse y le suma 90 minutos, más un viaje, a la nómina estelar. El estratega se aferra a la mínima ilusión de meterse en cuadrangulares del rentado nacional; el viernes no guardó nada para este juego y le sumó 90 minutos más a un plantel que, por momentos, arrastra las piernas y que hoy enfrenta un partido desde lo físico muy exigente.
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Un partido de suma atención ante un Fortaleza en su mejor momento
Tras la derrota en casa hace ocho días, Bucaramanga sabe que es casi obligatorio sumar en los próximos dos partidos. No hay margen de error, y los errores de principiante cometidos ante Racing no se pueden repetir. “Este partido nos tiene que dejar enseñanzas. Lo que queda es levantar y estos muchachos han dado todo. Equivocamos el camino. Esto es fútbol, cuando mejor estábamos jugando en el segundo tiempo llegan los goles y hay que aprender de todo esto”, dijo Leonel tras la caída contra los argentinos.
Ante la Academia, Bucaramanga sufrió en las transiciones. De manera desesperada y con mucha posesión de balón, buscó, pero a su falta de ideas y plano ataque se sumó el desorden atrás: un equipo desdoblado que dio muchas ventajas en terreno propio y que, aunque parezca atípico —pues es una de sus mayores fortalezas—, perdió la mayoría de los duelos. La parte física es fundamental en el conjunto Leopardo, que también sufrió en la pelota quieta y fue impreciso en los movimientos técnico-tácticos defensivos (permutas, achiques, relevos, cierres, entrega, etc.).
Por su parte, Fortaleza llega en ascenso, no solo a nivel de resultados, sino también en su juego. Es un conjunto con efectividad y que en su plantilla encuentra desequilibrio y experiencia, dos factores claves para este tipo de partidos y competencias. No cae hace seis juegos y viene de dos goleadas en casa que reconfortan: la primera en copa, 4-0 ante Colo Colo, y la más reciente en el Brasileirao, donde el fin de semana, con un equipo en un 80% titular, se impuso 5-0 a Juventude.
Vojvoda también tendrá a disposición todas sus figuras, incluidas las que no jugaron el fin de semana: Deyverson, Pochettino, Mancuso y Pacheco.
Otro dato que se suma a la complejidad del juego de esta noche es que será la primera vez que Bucaramanga compita en territorio brasileño, escenario hostil históricamente para los clubes colombianos. El Leopardo, en su segunda participación en Libertadores, llegará al Arena Castelao como debutante y con la obligación de ganar, pues el empate poco y nada sirve, teniendo en cuenta que Fortaleza es un rival directo, que cuenta con 7 puntos, dos más que el Leopardo y que, por diferencia de gol, también lo supera.
Alexander Cortés