Se acrecienta la polémica por la participación de la boxeadora intersexual Imane Khelif. La argelina venció en solo 46 segundos a su contrincante, quien no aguantó la fortaleza de los golpes y decidió retirarse.
El boxeo olímpico está en el ojo del huracán. La boxeadora transgénero Imane, quien en las pruebas de ADN dio elevados niveles de testosterona, mismo caso que la taiwanesa Lin Yu-Ting, ambas inhabilitadas para competir en el mundial, son el foco de atención y de la polémica en París. En la mañana de este jueves, la argelina debutaba en la cita olímpica ante la italiana Angela Carini, combate que inauguraba la primera participación de una boxeadora intersexual. Cabe resaltar que a Imane se le había negado la posibilidad de competir en el Mundial de Boxeo, misma situación que vivió la atleta sudafricana Caster Semenya, a la que World Athletics le impidieron participar en numerosas pruebas por hiperandrogenismo y altos niveles de testosterona.
El combate, lejos de ser equitativo e igualitario, terminó siendo un precedente que fortalece a la contraparte del boxeo, que se niega a aceptar la inclusión de las boxeadoras transgénero en los Juegos Olímpicos. Tras recibir reiterados golpes, la italiana poco pudo hacer ante la argelina y cuando el reloj apenas marcaba 46 segundos, la europea decidió retirarse del combate declarando: “Estoy destrozada. Fui al ring para honrar a mi padre. Me dijeron muchas veces que era una guerrera, pero preferí parar por mi salud. Nunca había sentido un puñetazo como este”. El combate pasa a ser un acontecimiento histórico y que seguro será un punto de partida para tomar decisiones en el Comité Olímpico, pues Imane en menos de un minuto logró la clasificación a la siguiente ronda, sin haber hecho mayor esfuerzo.
Cabe recordar que antes de su combate, que terminó de agudizar la polémica, Khelif había sido criticada por fanáticos y especialmente por su primera oponente en París, la italiana Angela Carini. Horas antes de que sonara la campana, Carini había expresado abiertamente su desacuerdo con la participación de Khelif, considerándola injusta debido a su condición genética.
Por ahora, no hay un pronunciamiento oficial con respecto a la victoria de la argelina por parte del Comité Olímpico Internacional. Asimismo, la ministra italiana Eugenia Roccella denotó su descontento con la participación de dos boxeadoras transgénero en los Juegos Olímpicos: “Es sorprendente que no existan criterios ciertos, estrictos y uniformes internacionales, y que precisamente en los Juegos Olímpicos, un acontecimiento que simboliza la equidad deportiva, se pueda sospechar, y mucho más que sospechar, una competencia desigual e incluso potencialmente arriesgada para uno de los contendientes”, dijo la ministra del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, conocida por sus posturas conservadoras respecto a la familia y la sexualidad.
La taiwanesa Lin Yu-Ting, quien también genera controversia por registrar hormonas masculinas, enfrentará el próximo viernes a la uzbeka Turdibekova. También ha estado bajo escrutinio por esta condición. Y el mundo del boxeo está expectante para ver si, efectivamente, la taiwanesa también tiene una clara superioridad sobre su rival.
Alexander Cortés