Bogotá declara alerta amarilla en su red hospitalaria por alta ocupación

Ante el incremento sostenido en la demanda de servicios de salud, la Secretaría Distrital de Salud (SDS) declaró la alerta amarilla en la red hospitalaria pública de la ciudad, como medida preventiva y de coordinación institucional para hacer frente a la emergencia.

La decisión se fundamenta en dos factores principales: el primer pico respiratorio del año, asociado a la temporada de lluvias, y la crisis estructural del sistema de salud nacional, que ha sobrecargado los servicios locales.

“Estamos enfrentando una situación crítica de congestión en urgencias. Aunque hemos implementado medidas como la hospitalización en casa, la ocupación sigue siendo muy alta. Por eso activamos la alerta amarilla, para fortalecer la respuesta institucional y mejorar la coordinación”, explicó Gerson Bermont, secretario Distrital de Salud.

https://twitter.com/Gerson_bermont/status/1926109078268371145

Durante la semana del 14 al 23 de mayo, la ocupación en hospitalización pediátrica aumentó del 90 % al 94,3 %, mientras que las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricas pasaron de 88,6 % a 95,1 %, según reportes del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE).

Los datos más recientes, con corte al 21 de mayo, revelan un panorama preocupante:

• El 75 % de las IPS con servicios de urgencias presentan una sobreocupación promedio superior al 250 %.
  
• En servicios pediátricos, la sobreocupación alcanza el 350 %.
  
• El 23 % de las IPS registra una ocupación del 100 % en urgencias.

De acuerdo a la entidad el principal detonante de esta situación es el aumento de enfermedades respiratorias, especialmente en la población infantil. Por ello, la SDS hace un llamado urgente a la ciudadanía para reforzar medidas de autocuidado:

• Mantener el esquema de vacunación actualizado (especialmente contra influenza, tosferina y sarampión).
  
• Lavarse las manos frecuentemente.
  
• Evitar aglomeraciones.
  
• Usar tapabocas ante síntomas gripales.
  
• No visitar a niños o adultos mayores si se tiene gripa.
  

“Necesitamos que las familias entiendan que el autocuidado y la vacunación son fundamentales. Es momento de reforzar las medidas básicas para protegernos y reducir la presión sobre el sistema de salud”, insistió Bermont.

El deterioro del sistema de salud nacional es el segundo gran factor detrás de la alerta. El aumento en los tiempos de espera para consultas externas de tres a seis días, ha llevado a muchos pacientes a acudir directamente a los servicios de urgencias. Además, se han reportado numerosos casos de pacientes con enfermedades crónicas descompensados por falta de medicamentos o interrupciones en sus tratamientos.

Esto ha generado un alza en las quejas y acciones judiciales por deficiencias en la atención, de acuerdo con el tablero de monitoreo de indicadores de salud del Distrito.

A la crisis interna se suma la atención a pacientes provenientes de otras regiones del país, que no han podido ser recibidos en sus lugares de origen. Esta situación ha agravado la congestión en las urgencias de la capital.

“Bogotá está respondiendo con solidaridad, pero eso también impacta nuestra capacidad. Reiteramos el llamado al Gobierno nacional para que revise la insuficiencia de la UPC y tome decisiones de fondo. La inacción está profundizando la crisis”, advirtió el secretario de Salud.

La alerta amarilla se mantendrá mientras la ocupación hospitalaria supere el 90 %, y solo será desactivada una vez se reduzca al 85 %, con el objetivo de mantener una vigilancia estricta sobre la capacidad hospitalaria de la ciudad.

“Seguiremos actuando con responsabilidad y reforzando todas las medidas necesarias. Esta alerta nos permite activar una respuesta institucional más fuerte y coordinada para proteger la vida y la salud de todos los bogotanos”, concluyó Bermont.

Paola Martínez Burgos