Todos nosotros llegamos a este mundo a ser parte de un viaje del que no tenemos ni idea de cuánto tiempo durará ni bajo qué condiciones nos tocará vivir; si pudiéramos hacer una comparación, es como si nos hubieran puesto en un bus lleno de pasajeros, donde no conocemos a nadie, no hay nadie por saludar porque no sabemos quiénes son y peor aún, no sabemos cuál es la estación donde nos debemos bajar.
Hipotéticamente, podríamos bajarnos donde quisiéramos, cualquier estación está bien; el problema es que esto no depende de nosotros, hay que esperar el momento específico, donde una voz anuncia que la próxima estación es nuestra bajada. No conocemos esa voz, pero nos suena familiar, nos da tranquilidad, nos produce paz y la necesidad de avanzar.
Una vez que comenzamos el transitar de este mundo nos damos cuenta que nos podemos desenvolver bien en él. ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Qué nos espera en este viaje? ¿Cuál debe ser la actitud y la conducta que debemos llevar en este viaje? Todas estas respuestas las estaremos encontrando en el camino, aunque para ser claro, hay muchos que nunca van a encontrar estas respuestas, no porque no las hallen, sino más bien porque nunca las quisieron resolver.
Fuimos puestos en este mundo como peregrinos, no sabemos qué tan largo puede ser el camino; lo importante es avanzar, por delante nuestro tenemos una tierra prometida, esto lo podemos ver claramente en el manual de la vida, de igual manera como pasó con el pueblo de Israel. Esta peregrinación es un claro reflejo de lo que hoy nosotros podemos estar viviendo, y quiero poner en contexto esta realidad:
Una vez que conocemos el rigor de este peregrinar en el desierto, nos adentramos para experimentar la tierra de la promesa, este es el lugar donde experimentamos la vida abundante de la cual nos habla el Manual de la Vida, aquí encontramos el cumplimiento de todas las promesas que Dios nos ha dado y a la vez entenderemos que Dios no miente, que todo lo que nos ha dicho es real.
Tal vez para algunos todo esto sea una locura y lo estamos relacionando a los lugares donde el pueblo de Israel estuvo; más bien yo les invito a que entendamos que esta es una peregrinación donde las estaciones son aquellos momentos necesarios que debemos experimentar para conocer a Dios en los momentos definitivos de nuestra vida.
Libro recomendado para esta semana: LA TEOTERAPIA DEL AGUA VIVA Y EL TEOTERAPISTA del doctor Néstor Chamorro.
Evento: El 27 de junio estoy saliendo para Israel en una peregrinación denominada: VOLVIENDO EL PRIMER AMOR, con 58 peregrinos de diferentes partes de Colombia y del Mundo.
Mi invitación es a que tome la decisión de subir con nosotros en las diferentes peregrinaciones de este año, escríbame a ministroc@gmail.com y le daré toda la información necesaria o me escribe al chat: 3116687452. Dios los bendiga.
Escrito por: Gustavo Ríos