El conjunto ‘Verdolaga’, con oficio, defendió la ventaja conseguida en Medellín y alcanzó su séptimo título de Copa Colombia.
Atlético Nacional, quien definitivamente llegará con un desgaste físico a la definición de la liga ante el Deportes Tolima, tuvo que correr, meter y replantear un juego que en el primer tiempo no pudo controlar. Errores en salida, en el manejo de la pelota y en la marca por las bandas hicieron que Nacional pasara trabajo. Aun así, encontró al frente a un ineficaz e impreciso América de Cali, quien, con mucha intensidad, ímpetu y pundonor, pero sin efectividad, sucumbió en el mismo problema que arrastró a lo largo del último tercio del semestre, lo que deja como moraleja una señal de alarma para la directiva en la contratación y composición de la plantilla para el próximo año.
La fiesta, desde muy temprano, la armaron los vallecaucanos, quienes, optimistas con lograr la remontada y conseguir el primer título de Copa, ambientaron la previa del juego. América, desde tempranas horas, recibió el cariño de la afición que, una vez más, hizo pesar el eslogan del club, ‘Pasión de un pueblo’, misma ilusión que hizo que la derrota y decepción fueran aún más duras para todos. Finalmente, como si le faltara “sal a la herida”, despidió en medio de lágrimas y desolación por los actos vandálicos al último ídolo de esta generación, Adrián Ramos.
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— América de Cali (@AmericadeCali) December 15, 2024
América luchó y buscó, pero el gol nunca encontró
El gran primer tiempo disputado en el Atanasio acrecentaba la expectativa de lo que podía pasar en el Pascual. América, desde el primer minuto, actitudinalmente salió a buscar el gol que le permitiera estar más cerca de la remontada, y aunque tuvo la posesión de la pelota, impuso la intensidad y dominó el trámite del juego, estuvo lejos de marcar. En 88 minutos disputados no generó una sola opción clara de gol, se vio impotente y, en el epílogo del juego, antes de que se presentara el lamentable final, se entregó, invadido por la desilusión y la pena con los más de 35.000 aficionados que llegaron al San Fernandino.
Si de destacar jugadores se trata, uno de los más importantes fue Cristian Barrios. Nacional corrigió y, a diferencia de lo ocurrido en Medellín, taponó la salida y limitó el manejo de la banda de Duván Vergara. Esto derivó en que el ataque de América se recostara por el carril exterior derecho. Allí, el más participativo fue Barrios, que también se fue adaptando al juego. Intentando avanzar en línea recta, perdió reiteradamente los duelos con Álvaro Angulo, pero cuando empezó a correr en zigzag, fue desperfilando al lateral de Atlético Nacional y tuvo mayor protagonismo. Aun así, nunca encontró un socio. Cayó en la misma enfermedad que sufren todos los jugadores de América: la imprecisión. Por abajo, por arriba, sin versatilidad para hacerle daño al rival, los centros rechazados por un jugador de Atlético Nacional fueron el patrón de comportamiento y los remates de media distancia la herramienta ausente en el conjunto ‘Escarlata’.
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— Atlético Nacional (@nacionaloficial) December 16, 2024
Nacional continúa aumentando su hegemonía: celebró y recibió el premio en el camerino
Tres meses después de la llegada de Efraín Juárez, Nacional celebra el primer título del año. Más allá de llegar a la séptima consecución de la Copa, siendo el equipo más veces ganador del torneo, llegó a 34 títulos en Colombia, demostrando que futbolística y administrativamente está un paso por encima de los demás clubes en Colombia. 45 minutos de intensidad, supremacía y eficacia fueron suficientes para sacar una diferencia definitiva en la serie. Ayer, con oficio y un trabajo defensivo deficiente en la primera mitad, sacando figura a David Ospina, pero que encontró un progreso en el segundo tiempo, Nacional trabajó la diferencia conseguida en casa. La entrada de Dairon Asprilla refrescó la marca en banda y el ingreso de Cepellini le dio un poco más de control de pelota para manejar una diferencia que nunca estuvo cerca de perder, teniendo un partido discreto y en el cual ofensivamente casi pasó desapercibido. Juárez, pensando ya en la final de liga, terminó sobrepasando las cargas y trabajando el resultado.
Finalmente, Atlético Nacional, por primera vez en la historia, recibió un título en el camerino y tuvo que abandonar el estadio Pascual Guerrero en una tanqueta, esto nuevamente por la malicia de los mal llamados “hinchas” que invadieron la gramilla y generaron todo tipo de desmanes antes de finalizar el juego, impidiendo la terminación normal del juego y el protocolo.
Alexander Cortés