La entrega de cartillas en colegios públicos de Bogotá como parte de actividades pedagógicas relacionadas con la Consulta Popular promovida por el Gobierno nacional ha generado un intenso debate en el ámbito político y educativo. Mientras algunos sectores consideran que esta iniciativa representa una forma de adoctrinamiento, otros defienden que se trata de un ejercicio democrático legítimo.
La concejal Diana Diago, del partido Centro Democrático, ha sido una de las voces más críticas frente a la distribución de estos materiales en instituciones educativas. Según Diago, la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) estaría promoviendo una agenda política dentro de los colegios, lo que considera una vulneración del derecho de los niños a recibir educación sin sesgos ideológicos. “¿A un niño de preescolar qué le van a enseñar de la consulta popular?”, cuestionó la concejal, quien también criticó la realización de actividades como ollas comunitarias dentro de los colegios.
Señor alcalde @CarlosFGalan, como es esto, ¿Docentes del Distrito van a capacitar a padres y estudiantes con cartillas sobre la importancia de la Consulta Popular? ¡Me parece el colmo! Concentraciones en instituciones educativas, eso es adoctrinamiento y una falta de respeto a… pic.twitter.com/KcMGw8iC2j
— Diana Diago-Concejal de Bogotá (@dianadiago) May 26, 2025
Por otro lado, la concejal Heidy Sánchez, del Pacto Histórico, ha defendido la iniciativa, asegurando que no se trata de adoctrinamiento, sino de un esfuerzo por generar pensamiento crítico en los estudiantes. “Hablar de los mecanismos de participación ciudadana no está mal. Hay que generar pensamiento crítico en las aulas y no podemos encasillarnos”, afirmó Sánchez.
La Secretaría de Educación de Bogotá ha celebrado la decisión de los maestros de no suspender clases durante los días de movilización, destacando que esto permite conciliar el derecho a la protesta con el derecho a la educación. Sin embargo, la entidad ha hecho un llamado a evitar la polarización en los contenidos que se presenten a los estudiantes. “Hacemos una invitación para que todas las actividades que se realicen en los colegios siempre sean en clave pedagógica, promoviendo el pensamiento crítico y evitando la polarización”, señaló la Secretaría.
Desde Fecode, el vicepresidente Édgar Romero ha defendido la distribución de las cartillas, argumentando que los docentes tienen el derecho de informar a los estudiantes sobre la consulta popular y otros temas de interés nacional. “¿Es pecado que los estudiantes conozcan esas 16 preguntas?”, preguntó Romero, quien también rechazó las acusaciones de adoctrinamiento.
Mientras tanto, sectores de la oposición han insistido en que la iniciativa representa una interferencia política en el ámbito educativo. La concejal Diago ha reiterado que el sistema educativo debe centrarse en la enseñanza de conocimientos sin influencias ideológicas, y ha pedido a la Secretaría de Educación tomar medidas para evitar que los colegios se conviertan en espacios de propaganda política.
El debate sobre la entrega de cartillas en colegios públicos de Bogotá deja en claro, una vez más, la polarización existente en torno a la consulta popular y su impacto en la educación. Mientras algunos defienden la iniciativa como una herramienta para fomentar el pensamiento crítico, otros la ven como una estrategia de adoctrinamiento. La discusión continúa en el Concejo de Bogotá y entre los distintos actores del sector educativo, mientras se espera que las actividades pedagógicas se desarrollen en los próximos días.
JUAN JOYA