Según el IDEAM, en el 2020 un 6% de residuos peligrosos clínicos, fueron producto de los restos hospitalarios. Colombia generó 41.995 toneladas donde 35.255 fueron Biosanitarios; 4.970 anatomopatológicos (restos provenientes de los humanos); 1.270 Cortopunzantes y 495 de desechos de animales. En su orden, las regiones que más produjeron este tipo de desechos, fueron: la ciudad de Bogotá con 11.785; el Valle del Cauca 6.300; Antioquia 5.158; Atlántico 3.05 y Cundinamarca con 1.620 toneladas.
De estas cifras, Atica con más de 800 clientes logró tratar cerca de 70.000 toneladas, de los cuales 5.000 corresponden a residuos hospitalarios peligrosos de Bogotá, Cundinamarca, Cali y Cartagena.
Ante esta situación, Diego Guzmán, CEO de Atica, empresa líder en el manejo de residuos dijo “Es necesario realizar un proceso integral de recolección, transporte y manejo con el apoyo de personal profesional para evitar que estos elementos se mezclen y afecten la salud” de esta manera, la compañía explica el manejo adecuado a los elementos y residuos hospitalarios que deja el proceso de vacunación y los tratamientos a otras enfermedades.
El directivo explicó que, es importante contar con una empresa experta que brinde el servicio de recolección de residuos con vehículos especializados que cumplan con los requerimientos para trasladar de forma óptima todo tipo de material hospitalario, ya sean elementos cortopunzantes, jeringas, y aquellos denominados anatomopatológicos, entre otros.
Este proceso se debe realizar con un equipo humano especializado y capacitado, maquinaria y tecnología precisa. Además, se requiere de planeación, seguimiento, obtención de licencias y permisos para garantizar una trazabilidad durante la transformación, puntualizó Guzmán.
“El manejo que damos a los residuos del sector de la salud se realiza en plantas de Cartagena, Valle del Cauca y Cundinamarca con riesgo químico, biológico y anatomopatológico que hace referencia a los residuos de cirugía y laboratorios como órganos, tejidos, partes del cuerpo, productos de la concepción y fluidos corporales”, aseveró Guzmán.
Es importante definir la frecuencia de la recolección en las entidades de salud y puntos de vacunación, acordando un horario para una planeación oportuna, estos sitios deben disponer de personal calificado con conocimiento en el manejo y protocolos.
Durante la recolección, el recurso humano de Atica, revisa el correcto protocolo de separación del material y procede a almacenar los residuos previamente etiquetados según la peligrosidad del manejo. Después, son movilizados a las plantas de tratamiento bajo protocolos estrictos de descargue y manejo.
Finalmente, anotó Guzmán” que de acuerdo a cada tipo de residuos, un grupo de ellos es tratado en el horno de aprovechamiento energético convirtiéndolo en energía calórica en el menor tiempo posible, después se hace la limpieza y desinfección de áreas de almacenamiento, vehículos y contenedores acorde a los protocolos de bioseguridad, este proceso es por medio de la tecnología CDR (Combustible Derivado de Residuos)”.
“Protegemos a los colombianos de estos restos peligrosos, de tener contacto con ellos. A su vez, el manejo integral que realizamos es sostenible, no va a los rellenos sanitarios y contribuimos con la protección del medio ambiente, siendo líderes en esta gestión en Colombia”, subrayó. Guzmán.