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Muchos “generales después de la guerra” se atreven a decir hoy que el paro nacional ( indefinido ) iniciado el 28 de abril, “fue un fracaso”.

 ASTROLABIO # 108 / VIE 25 JUNIO 2021

Tales ángeles de azul celeste no solo harían bien en repasar el vídeo del presidente de Fecode sino sus propios escritos en los que llegaron a aventurar un asalto a la Candelaria producido por las Farc y por la Minga, la renuncia de Duque, la sin salida del régimen, y hasta un gobierno cívico militar de normalización y transición presidido por Marta Lucía.

Irrespetando el dolor de las víctimas que han perdido y siguen perdiendo familiares y bienes, o a los policías incinerados o carcomidos por el ácido y apuñalados trece veces, los nigromantes se atreven a sentenciar el fracaso de un paro que, insisto, solo puede interpretarse como una acción contenciosa indefinida e inconclusa ; intermitente y dosificada.

Y si así se comportan tales prestidigitadores e ilusionistas es porque se creen a pie juntillas que son la imagen viviente del mito de Casandra.

Me explico.  Tras una noche de copas, una noche loca con Apolo, ella recibió a cambio el don de la profecía.

Más tarde, al apagarse la llama de la pasión, Apolo la castigó con una traumática paradoja ( peor que la trampa hobbesiana ) : conservaría el don de adivinar el futuro … ¡ pero nadie le creería lo que anunciara !

En otras palabras, ¿ qué puede ser peor para un “general después de la guerra” que, conociendo el futuro, esto es, el desenlace de las operaciones, lo proclamara a los cuatro vientos … sin que nadie le diera crédito a sus advertencias ?

En tal sentido, quienes hacen sonar las trompetas del fracaso del paro nacional olvidan que los efectos de la coyuntura solo pueden medirse a largo plazo.  

O sea, que si bien hace parte de un plan para acceder al poder, el paro, como tal, es un  catalizador pero apenas una pieza de un ensamblaje mucho más complejo ; no es una fuerza unilineal sino un enjambre multimodal y multidireccional ; es insurreccional, pero a escala transnacional ; es reticular ( red de redes ) pero no caótico ; y tampoco está jerárquicamente concebido.

De hecho, esta es la tercera vez que el actual gobierno es sometido a un envite similar, y de cada uno ha creído salir victorioso sin percibir que, en el fondo, se trata de todo lo contrario ( tal como lo confesó -pero solo al final- el comandante Harry Summers, protagonista de Vietnam ).

Por unas semanas, los jorguines podrían seguir empeñándose en demostrar que el paro es un fracaso aduciendo que los actores antisistémicos siempre han sido una colcha de retazos en Colombia.

Pero muy pronto, cuando pase el efecto de la anestesia que por ahora los alivia, comprobarán todo lo contrario.  Y aún así, sin el menor rubor, saldrán a espetar que ya lo habían dicho y presagiado.

He ahí la perversa maniobra analítica del agorero : arrastrar a incautos a minimizar la gravedad de lo que verdaderamente sucede solo para salirse con la suya y para seguir conservando su status como cajas de resonancia de lo que muchos apoltronados quieren escuchar : que lo del paro ya pasó, que fue muy estresante pero que el establecimiento ha logrado superarlo.

En conclusión, sus reflexiones saltimbaqui no podrán ocultar la realidad que, viéndolo bien, tiene dos caras:

1- Tal como están las cosas, el gobierno actual solo puede aspirar a lograr un lánguido clima de “estabilidad en la desestabilización”, y

2- Si el sistema liberal no desemboca en el marxismo, no será exactamente por el esfuerzo del gabinete ministerial actual sino por la agudeza intelectual de un liderazgo burgués, autoritativo y reformista que, lejos de las improvisaciones pueriles que surgen a diario como “botes salvavidas”, aún no se exhibe, precisamente para evitar el desgaste. 

vicentetorrijos.com