Ingeniería Energética, la carrera del futuro en la que solo se están formando el 22% de los futuros ingenieros que necesita el país para generar energías renovables, advierte el informe.
Actualmente los problemas y amenazas que enfrenta el planeta, sumado a las acciones del hombre en contra de la naturaleza y las nuevas formas en que las personas se relacionan con el medio ambiente, hacen indispensable la generación de nuevo conocimiento. De aquí la importancia de los ingenieros energéticos, quienes son cada vez más necesarios para el país y las empresas, especialmente para que estas últimas sean más competitivas y cumplan con uno de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más estratégicos que ha planteado la ONU para proteger el planeta: “garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”.
Sin embargo, la realidad evidencia que la demanda de esta carrera (Ingeniería Energética) parece ir en contravía con las necesidades de nuevos talentos que tiene el país, pues hoy son más los universitarios que están estudiando programas de pregrado humanistas, como Derecho o Psicología, entre otros, que ciencias duras o exactas, como ingeniería.
Así lo advierte un reciente informes de la Fundación Universitaria Salesiana que estudió y cruzó cifras del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), del Observatorio Laboral para la Educación (OLE), del Servicio Público de Empleo (SPE) y del Ministerio de Minas y Energía, entre otros.
Ingenieros energéticos, la promesa de la ingeniería para salvar al planeta
Hoy es considerada una de las carreras con mayor proyección si se tiene en cuenta que el país actualmente cuenta con una canasta energética más diversificada.
“Las proyecciones indican que Colombia aumentará 50 veces su capacidad instalada para la generación de energías renovables de fuentes no convencionales, pasando de menos de 50 megavatios en 2018 a 2.500 en 2022”, señaló Camilo Navarro, decano de Ingeniería de la Fundación Universitaria Salesiana.
Así mismo y según un estudio realizado por el Programa de asistencia para la administración del sector energético del Banco Mundial, en este momento el país cuenta con varios recursos energéticos aún sin explorar como la energía solar, eólica, mareomotriz y centrales minihidráulicas, haciendo de este campo, uno de los más demandantes en el corto y mediano plazo.
“Para lograr esto, se requieren profesionales capaces de liderar empresas y proyectos en el sector energético, así como generar cambios significativos en los sistemas de suministro de energía y aportar con diseños y soluciones a las necesidades de energía, conservando el medio ambiente”, indicó Navarro.
Sin embargo, y pese a que el mercado está demandando urgentemente profesionales con conocimientos en generación de energías limpias y renovables, el panorama actualmente es preocupante.
Datos recientes del OLE confirman que el número total de graduados de esta área de conocimiento no supera los 160 profesionales en Colombia que, si se tiene en cuenta la cantidad de vacantes que hoy oferta el SPE para este tipo de perfiles, (703 a la fecha), en el país solo se están formando el 22,7% del total de los profesionales con estas habilidades y competencias de los que realmente necesita y demanda la Nación.
A esta problemática se suma que, al día de hoy, hay en el país menos de 30 estudiantes activos en Ingeniería Energética y no más de 40 graduados en los últimos dos años, de acuerdo al Snies.
Finalmente, y como punto a considerar, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo vigente, una de las principales estrategias es el crecimiento verde y que contempla la reglamentación e implementación de fuentes no convencionales de energía renovable y gestión eficiente de la energía, haciendo de este campo profesional uno de los más prometedores a nivel laboral en el futuro próximo en Colombia.