Los colegios de Latinoamérica están abriendo sus puertas para que los alumnos retornen progresivamente a las aulas. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio pautas básicas para que el proceso sea seguro, hacer un llamado para que las clases se lleven a cabo en ambientes con buena ventilación, en espacios amplios para mantener la distancia social y con disponibilidad de servicios básicos (agua potable y sanitarios) para adoptar prácticas como el lavado de manos de forma constante.
Hay que explicarles a los niños que -ahora- deben asumir nuevas reglas, ya que ahora tendrán una “experiencia” distinta del colegio. Este proceso de adaptación puede repercutir negativamente si no se realiza de manera correcta, por ello es importante facilitar una transición segura y positiva para los niños.
“Hay una necesidad de fortalecer el vínculo del menor con la escuela y sus integrantes teniendo en cuenta las nuevas pautas de distanciamiento social. Este plan de adaptación no tiene por qué vivirse de manera angustiosa, puesto que bajo el paradigma del juego se puede practicar el distanciamiento social y las nuevas pautas de convivencia desde una perspectiva lúdica y agradable. Los colegios pueden sumergirse en distintas temáticas que permitan la adaptación de estas medidas, por ejemplo, bajo la temática del tráfico se puede establecer un circuito de movilidad en el aula y en el resto de la escuela mediante marcas, flechas o semáforos”, explicó sobre el asunto Joaquín Mateu Mollá, profesor de la Maestría Oficial Virtual en Neuropsicología Clínica de la Universidad Internacional de Valencia – VIU.
Sumado a ello, agregó que las actividades didácticas pueden facilitar el proceso de instauración de normas: usar clases de dibujo para diseñar y pintar los volantes o las señales que faciliten el paso por el aula. Asimismo, mediante el uso de aros o cuerdas se puede enseñar a los menores a comprender qué es un metro y medio de distancia y ponerlo en práctica mediante distintas actividades lúdicas.
Se debe priorizar el uso de espacios al aire libre en los que se tenga la posibilidad de poner en práctica juegos entre los alumnos, respetando el distanciamiento social, de esta manera, el ejercicio físico como los estiramientos, coreografías, carreras de obstáculos y diferentes juegos como imitaciones o adivinanzas que fomentarán la creatividad.
Una de las preocupaciones de las autoridades, padres y profesores es el cómo tratar el contacto entre los alumnos, ya que se debe analizar que los menores se caracterizan por su plasticidad, pero ¿hasta qué punto esta situación afectará a su salud psicológica?, ¿comprenden lo que está ocurriendo?, ¿tendrán dificultades relacionales tras las medidas de distanciamiento social? o ¿sabrán relacionarse con sus iguales? Ciertamente, nadie conoce las consecuencias futuras o el impacto tras esta situación extraordinaria provocada por el COVID-19.
“Sin embargo, lo que sí tenemos claro es que hay que actuar tomando medidas preventivas con la finalidad de evitar propagación del virus por no respetar el distanciamiento social. En primer lugar, será necesario darles una explicación, es decir, tanto niños como adolescentes van a seguir mejor las pautas si comprenden que está ocurriendo y por qué es tan importante mantener las normas. Es fundamental que estas explicaciones se realicen de forma adaptada a cada edad y contexto, con un lenguaje claro y sencillo para que comprendan las medidas de distanciamiento y las nuevas normas de retorno al colegio”, explicó el docente de VIU.
Otra de las alternativas para usar en los más pequeños es emplear cuentos, historietas o marionetas, mientras que para los más grandes se puede solicitar que ellos mismos ayuden a proyectar lo que está ocurriendo mediante una charla grupal guiada por el docente. Lo más importante es que, tanto pequeños como mayores, se sientan parte del proceso y comprendan la importancia y necesidad de las medidas adoptadas.
¡Una tarea de todos!
Los padres tienen la responsabilidad de ser modelos ejemplares en el comportamiento de sus hijos, por ende, esta situación tan particular debe convertirse en una oportunidad para generar hábitos saludables y mejorar los lazos con los hijos. Desde VIU se considera importante seguir estas cinco claves:
Información adaptada a la edad: con un lenguaje sencillo y adaptado a la edad de cada menor se debería explicar la manera segura de volver a los salones de clase y la importancia de seguir ciertas pautas nuevas. Hay que saber brindar los argumentos y, de allí, pueden surgir muchas preguntas e incluso emociones, es importante que los padres estén receptivos y transmitan seguridad normalizando los sentimientos.
Organización: la reactivación escolar cambiará la rutina tanto para los papás como para los niños, por lo que es imperativo ser precavidos y prepararse para afrontar la vuelta a las aulas. Una buena organización es esencial para adaptarse a los horarios de padres e hijos, hasta el punto de diseñar un calendario en el que se organicen las actividades extraescolares.
Responsabilidad: promover y transmitir a los hijos la responsabilidad individual es un pilar del retorno seguro. Para ello, las figuras de referencia deben dar ejemplo, marcar los pasos y las pautas a seguir. Si los padres no realizan acciones responsables ante sus hijos no podemos esperar que el hijo las vaya a realizar.
Gestionar sentimientos: en estos momentos surgen emociones e inquietudes propias de los cambios y la problemática que ha acontecido. Los adultos deben escuchar y no juzgar los sentimientos de los chicos. Desde la empatía hay que ayudar a controlar la incertidumbre, manejar los pensamientos y controlar las conductas.
Relaciones sociales con distancia social: la distancia física como medida de seguridad reduce los contactos y las relaciones sociales si no se encuentran otras maneras de relacionarse. Es imprescindible fomentar las conexiones sociales y buscar nuevas formas de mantener contacto con nuestros los seres queridos, amigos y compañeros con técnicas como llamadas telefónicas, videoconferencias o reencuentros al aire libre.