Las empresas comprometen su reputación, credibilidad y, por ende, su productividad, cuando se presentan fraudes o robos de información y datos como consecuencia de los ciberataques que han aumentado en los últimos años al pasar de 7.523 casos reportados en 2015 a 15.948 en 2019, según datos de la Policía Nacional.
Por su parte, el tanque de Análisis y Creatividad de las TIC (TicTac) y su programa de Seguridad Aplicada para el Fortalecimiento Empresarial (SAFE), muestra un incremento de 37% en casos de ciberataques durante el primer trimestre de 2020 como consecuencia de la pandemia por el covid-19.
Ante ello, invertir en estrategias de protección de datos e información en los sectores financiero, estatal, salud, educación, industria, retail, entre otros, no representa una opción sino una necesidad básica. En sí, un mecanismo de ahorro frente a lo que le costaría a una compañía remediar un caso de cibercrimen frente a la acción de prevenirlo.
Entre tanto, Luis Carlos Guerrero, presidente de Lumen en Colombia, asegura que las decisiones que se tomen hoy con relación a la protección de datos e información en las empresas mostrarán un ahorro en las finanzas corporativas. Para ello, es necesario acudir a programas de tecnologías de la mano con trabajadores y clientes.
“Hoy en día, la conformación de equipos de trabajo que estén orientados a la implementación de nuevas tecnologías, más que una necesidad, es una urgencia para evitar la pérdida de la información, la intrusión de terceros en las plataformas tecnológicas, los fraudes informáticos y la destrucción o pérdida de información de las compañías”, dice Guerrero.
Recalca que las empresas deberán contar internamente con áreas de trabajo designadas para proteger la información, lo cual se hace con la ayuda de empresas especializadas en servicios tecnológicos que asesoren y definen la mejor ruta de acciones con el objetivo de realizar una inversión que se ajusta a las necesidades de cada compañía.
Además, la inversión adecuada incorpora la generación de una cultura de protección de la información empresarial y personal, como aprender a usar correos electrónicos, teniendo en cuenta que los correos electrónicos es desde donde más se reportan casos de cibercrimen en Colombia con 42% reportados de Phising; seguido de la Suplantación de Identidad, con un 28%; los envíos de malware, con un 14%, y los fraudes en medios de pago en línea, con un 16%, según el estudio de Tendencias del Cibercrimen 2019-2020 de las TIC (TicTac) de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones CCIT.
Guerrero añade además que no se trata de hacer inversiones en ciberseguridad sin conocer qué se necesita proteger. “Cada compañía tiene necesidades particulares y presupuestos que se pueden destinar anualmente a construir un plan que combina tecnologías como inversiones económicas y el factor humano. Y si se previene ataques se ahorra y se consolida la reputación empresarial”.
El panorama en la región muestra que en 2021 habrá un incremento en la demanda de servicios relacionados con la seguridad de datos e información en más de 455,9 millones de dólares, lo que indica que la cifra de inversión mundial llegará a ser de 936,7 millones de dólares, lo que representa un aumento de 15%, según el informe de mercado de Seguridad para América Latina de la firma Frost and Sullivan.