Caquetá fue uno de los departamentos que tuvo menores tasas de contagiados por COVID-19 en los primeros meses. La decisión de cerrar sus fronteras terrestres y fluviales, tomadas por el gobernador, Arnulfo Gasca Trujillo y los 16 alcaldes de los municipios, ayudó a paliar la crisis cuando apenas se estaba comenzando a sentir en el país. Sin embargo, ahora el pico de la pandemia deja cifras preocupantes en el departamento: en las últimas cuatro semanas pasaron de 300 a 4129 Positivos para COVID-19.
En dialogo con el Portal Informativo Colmundo, el gobernador Arnulfo Guasca dijo que envió solicitud al Ministerio del Interior para que autorizara el cierre total del departamento, con el propósito de controlar el aumento acelerado de contagios, pero el ministerio no lo autorizó, por lo cual se emitió un decreto para toque de queda de 8 de la noche a 5 de la mañana y para los fines de semana cierre total. Como medida de control frente a la falta de conciencia de muchos ciudadanos para protegerse y acatar las medidas de bioseguridad, se estableció un pico y cédula con un solo digito que restringe la circulación de 6 am a 7 pm de lunes a viernes.
El departamento ha recibido 69 ventiladores, además ayudas humanitarias y elementos de bioseguridad por parte del gobierno y se ha trabajado de manera coordinada con los lineamientos del ministerio de salud y del interior, pero nada será suficiente mientras la gente no se cuide atendiendo las normas establecidas, agrego el mandatario seccional.
Para atender la situación se cuenta con el Hospital Departamental María Inmaculada y con la clínica privada Mediláser que tienen equipos de alta complejidad para atender la emergencia y un convenio con una clínica de Neiva en el momento en que se requiera traslado de pacientes, concluyó el gobernador de los caqueteños.