La “Marcha del silencio” movilizó a miles de ciudadanos en Bogotá y más de 20 ciudades de Colombia, en un acto de rechazo a la violencia y en defensa de la democracia, luego del atentado que dejó gravemente herido al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, el pasado 7 de junio.
La movilización, que se desarrolló de forma pacífica y multitudinaria, fue convocada por líderes políticos, sociales y ciudadanos de diversas regiones, en respuesta no solo al ataque contra Uribe Turbay, sino también a la oleada terrorista ocurrida días después en el suroeste del país, donde murieron ocho personas y más de 80 resultaron heridas.
Bogotá fue el epicentro de la concentración, con miles de personas reunidas desde temprano en el Parque Nacional, caminando hacia la Plaza de Bolívar. Con banderas de Colombia, globos blancos y pancartas con mensajes de apoyo a Miguel Uribe y críticas al presidente Gustavo Petro, los manifestantes iniciaron el recorrido entonando el “Credo” de la iglesia católica como símbolo de unidad y fe.
“Estamos acompañando esta marcha en solidaridad con Miguel Uribe y su familia, rechazando la violencia y pidiendo a toda Colombia que se levante para defender la democracia”, expresó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien participó caminando junto a los ciudadanos.
La marcha también se enmarca en un contexto de tensión política, tras el anuncio del presidente Petro de convocar una consulta popular para el 7 de agosto sobre su reforma laboral, rechazada por el Senado y cuestionada por juristas que advierten su inconstitucionalidad.
Figuras políticas como Sergio Fajardo, María Ángela Holguín, Juan Manuel Galán, Jorge Enrique Robledo y varios exministros también se sumaron a la movilización, en señal de unidad frente a la violencia política y el riesgo institucional.
El mayor general en retiro de la Policía Nacional, Eliécer Camacho Jiménez, señaló: “Hoy lo que está llegando aquí es el pueblo… contra el intento de asesinato de Miguel Uribe”. Además, atribuyó el atentado a “discursos de odio del Gobierno que generan ataques contra quienes piensan diferente”.
Camacho también denunció una falta de respaldo institucional a las Fuerzas Militares y de Policía: “El asesinato de uniformados, la reducción presupuestal y el lenguaje indolente del Ministerio de Defensa debilitan la lucha contra grupos terroristas fortalecidos por el narcotráfico”.
En ciudades como Cali, Medellín, Barranquilla, Cúcuta, Pereira, Ibagué, Neiva y Villavicencio, la participación fue igualmente masiva. En Medellín, el cantante Juanes expresó su respaldo en redes sociales: “Que Dios nos dé la claridad y la sabiduría para salir de la oscuridad y encontrar el camino hacia una paz verdadera”.
En Cali, donde tres motocicletas bomba dejaron dos muertos y 42 heridos la semana pasada, la marcha partió del Parque de las Banderas con gritos de “¡Fuerza, Miguel!”, liderada por una ciudadanía vestida de blanco que exige justicia y paz.
La “Marcha del silencio” evidenció el descontento nacional frente a la violencia política, el respaldo a las instituciones democráticas y la exigencia de garantías para el libre ejercicio electoral, mientras Miguel Uribe permanece hospitalizado en estado crítico en la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Humberto ‘Toto’ Torres