Israel ataca infraestructura nuclear y de misiles en Irán: ¿Cómo responderá Teherán?

Israel llevó a cabo una ofensiva aérea este 13 de junio, atacando simultáneamente instalaciones nucleares, sitios de misiles y radares en Irán como: Natanz, Teherán y Tabriz, con especial énfasis en el complejo de enriquecimiento de uranio en Natanz. Según el gobierno israelí, la operación fue una respuesta directa a lo que consideran una amenaza existencial. El primer ministro Benjamín Netanyahu declaró que los bombardeos apuntaron al “núcleo del programa de enriquecimiento nuclear de Irán” y al desarrollo de misiles balísticos. Además, aseguró que la ofensiva se prolongará “por los días que sean necesarios para eliminar esta amenaza”.

El primer ministro israelí sostiene que los ataques se dirigieron a infraestructura clave del programa nuclear iraní. Fuentes militares israelíes indicaron que más de 200 aviones participaron en la ofensiva, atacando aproximadamente 100 objetivos estratégicos, incluyendo personal militar de alto rango y científicos nucleares. Ante la posibilidad de represalias, el ejército israelí instó a la población a prepararse para estancias prolongadas en refugios antibombas.

En el marco de esta ofensiva, autoridades israelíes confirmaron la eliminación de figuras clave dentro de la cúpula militar iraní, entre ellos el general Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria; el general Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas; y el brigadier Amir Ali Hajizadeh, responsable de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria. Además, al menos una veintena de oficiales y científicos nucleares fueron abatidos. A pesar de estos resultados, el ayatolá Jameneí nombró un sucesor para Salami y aseguró que el programa nuclear iraní continuará.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que, pese a los bombardeos, no se ha registrado un aumento en los niveles de radiación en Natanz, lo que sugiere que el ataque fue calculado para minimizar los efectos radiactivos. Israel también destruyó sistemas antiaéreos y radares terrestres iraníes, debilitando la capacidad defensiva del país.

En respuesta, Irán lanzó un centenar de drones hacia territorio israelí y prometió una “respuesta severa”. El Ministerio de Exteriores iraní acusó a Estados Unidos de facilitar la agresión y la embajada iraní en la ONU instó al Secretario General a intervenir. La comunidad internacional reaccionó rápidamente, con múltiples gobiernos y organismos condenando la escalada y pidiendo una desescalada inmediata. Estados Unidos negó haber participado directamente en la operación, aunque reconoció estar al tanto de los planes israelíes.

Israel declaró el estado de emergencia y desactivó temporalmente sus embajadas en varios países, instando a sus ciudadanos a mantenerse en alerta. Netanyahu agradeció públicamente el respaldo del expresidente Donald Trump y reiteró que Irán “nunca debe obtener armas nucleares”. Mientras tanto, el liderazgo iraní prometió una respuesta “devastadora”, asegurando que la agresión israelí no quedará sin represalia.

Juan Joya