“El Autocinema CE” estará funcionando a partir de este fin de semana
13 julio, 2020
Comparendos en Tunjuelito por dos días serán educativos
14 julio, 2020

Nos gusta meter la mano a la candela

Por: John Didier Rodríguez

Muchos de los problemas que en ocasiones enfrentamos en la vida son porque los buscamos y violamos los principios desobedeciendo las normas establecidas en una sociedad, en las leyes terrenales, que buena parte de ellas se fundamentan en los diez mandamientos de Dios.

Siempre es doloroso registrar hechos como el ocurrido en Tasajera, Magdalena, en la vía Santa Marta-Barranquilla en la que 36 personas perdieron la vida como consecuencia de la explosión de un camión cisterna que se volcó cuando transportaba combustibles.

A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Infortunadamente, independiente de la necesidad de esas familias, lo que estaban haciendo estas personas, era saqueando un vehículo con un producto que no era de ellos.

Pese a que el conductor del camión y los mismos agentes de policía, les advirtieron a las decenas de personas que no lo hicieran, en un hecho que al parecer es costumbre en esa región del país, decidieron ponerle destino a la gasolina y pasó lo que ya la historia registra con tristeza.

Por qué será que  somos como Tomás, el discípulo de Jesús, que dijo “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”, Juan 20:25. Estas personas de Tasajera por más que fueron advertidas del peligro de la explosión no atendieron el llamado.

A veces nos portamos como un niño. Es usual ver que se le dice a un menor que no meta la mano a la candela porque se va a quemar, pero como no cree, hasta no quemarse no mata la curiosidad.  Esto  también se refleja cuando los padres advierten a sus hijos de los riesgos de una situación en particular pero el joven en su ímpetu de devorarse el mundo y pensar que nada de eso le pasará, termina haciéndolo y metiendo la cabeza por donde los padres le dijeron que no cabía.

Pero también esa mala costumbre de algunas personas de nuestra sociedad, de quedarse con lo que no les corresponde, con lo que no es suyo, o creer que se lo encontraron, termina convirtiéndose en un robo. Días después de este infortunado hecho se volcó otro camión en esa misma carretera con pescado y corrió la misma suerte de ser saqueado.

Sencillamente el no robarás, es uno de los mandamientos de Dios más incumplido en nuestro país. Muchos se quejan de la corrupción de los políticos, olvidando que la deshonestidad se ve reflejada en todos los rincones del país, en todas las actividades, como por ejemplo el fenómeno de los colados en los sistemas masivos de transporte. Ante los ojos de Dios no es más ladrón el que roba mucho del que roba poco, porque para él son iguales de transgresores.

Pero las cosas que tiene la vida, en la misma semana hemos asistido al volcamiento de otro automotor en Cúcuta en la avenida Los Libertadores, cargado con bultos de papa donde ocurrió todo lo contrario a Tasajera.  Pese a que el producto siniestrado era un alimento y que en la capital de Norte de Santander también hay pobres, no se llevaron un solo tubérculo y por el contrario hubo ayuda para transbordar los bultos y auxilio para el conductor herido.

 

Debe quedar claro que no es negocio robar y que tampoco hay excusa. Vale la pena recordar una de las promesas de las sagradas escrituras para la persona que es honrada: “buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré…”, Mateo 25:23.  Mientras otro pasaje como Proverbios 29:24 expresa que “el que se asocia con un ladrón aborrece su propia vida;…”.