Parisinos y Nerazzurri definen el título más importante de la temporada, con presentes y ambiciones diferentes.
Alemania se viste de gala, el Allianz Arena recibe una nueva final de la Liga de Campeones, quizá una de las más justas de los últimos años, dos equipos con grandes temporadas, pero marcados por precedentes distintos. El Inter de Lautaro Martínez, que busca su primera ‘orejona’, fue uno de los equipos más regulares en Italia y Europa. Aun así, no pudo consagrarse campeón. En la Copa Italia cayó en semifinales ante el Milan, mientras que en la liga perdió el Scudetto por un punto ante el Napoli.
Por su parte, la temporada del París no es lejana: la misma regularidad y protagonismo, con la diferencia de que ha salido campeón de todo lo que jugó. En la Ligue 1 cabalgó, siendo campeón con más de 20 puntos de diferencia y solo 2 derrotas en 34 partidos jugados. Mientras que en la Copa de Francia se impuso con solvencia en la final 3-0 al Reims.
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Hoy el partido, sin embargo, es a otro precio. Es una final abierta y muy pareja, teniendo en cuenta planteles, técnicos, ideas de juego y momento anímico. Quizás donde se desequilibra es en el factor de la experiencia, pues allí el Inter saca ventaja, sin mencionar que tiene como plus, además de ser un equipo altamente competitivo, su garra y compatibilidad, esa misma que apareció en el momento más denso en la serie ante el Barcelona, donde los Nerazzurri, a punta de jerarquía —esa misma que los hace acreedores de tres ‘orejonas’ y ser uno de los equipos más ganadores en Italia—, apareció para sacar adelante un resultado adverso que hoy les permite llegar al partido más importante de la temporada con sed de revancha, por lo ocurrido en los torneos locales y porque la última final de Champions está marcada por una difícil derrota ante el Manchester City en 2023.
“Tenemos campeones del mundo, de Europa… Sabemos cómo preparar la final de la Liga de Campeones, es como una final de la Eurocopa o del Mundial. Sabemos que el partido de mañana se jugará en un escaso margen”, advirtió el técnico interista. “Vamos a tratar de ser limpios y precisos en la circulación del balón, para no dar la posesión al PSG”.
París y otra oportunidad de consolidar un proyecto deportivo
Para Luis Enrique y sus dirigidos, el juego esta noche en Múnich es otra oportunidad para hacer historia, para romper un maleficio que no lograron los mejores jugadores del mundo, entre ellos Messi, Neymar, Mbappé, Sergio Ramos, Javier Pastore, y tantos futbolistas de élite que lideraron al equipo parisino, que desde que fue adquirido por los árabes ha dominado el fútbol francés, pero no ha logrado consolidarlo con el título más importante en Europa.
De hecho, solo en una ocasión logró llegar al partido final, cayendo ante el Bayern Múnich en 2020. Hoy quizá pierde en experiencia y jerarquía, pues enfrenta a un equipo que sin duda tiene muchos más minutos en este tipo de compromisos.
Aun así, llega en un momento inmejorable para romper la racha: campeón en Francia y, por primera vez, con un conjunto que, bajo el mando de un estratega con todos los pergaminos y que ya sabe qué es ser campeón de Champions, ha consolidado el mejor colectivo del París en los últimos años.
Sin una figura de mayor renombre, ha logrado enaltecer el trabajo de Dembélé como su mayor figura. Pero más allá de encontrar en el francés un referente individual, su mayor fortaleza es el colectivo, ese mismo que los llevó a eliminar al mejor equipo de la liguilla en la Champions: el Liverpool, y también a ganarle con solvencia al conjunto que eliminó al siempre favorito Real Madrid (Arsenal).
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El conjunto de Luis Enrique se destaca por ser un equipo sólido en todas sus líneas, con buena posesión de pelota, presión, inteligente para leer al rival y que en ambas áreas tiene mucho que ofrecer. Un equipo con gol y con el portero más destacado de esta edición de la Champions. El trabajo de Donnarumma en las llaves de eliminación directa ha sido fundamental para que hoy el París esté a noventa minutos de ser por primera vez campeón de la ‘orejona’.
“Lo que realmente me motiva es hacer algo excepcional, que nunca ha logrado antes un club tan importante como el París Saint-Germain, dar esa alegría al club y al país. Luego aceptaré de buen grado lo que el fútbol nos depare”, declaró el técnico español en rueda de prensa.
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Partido y final inédita en Múnich
Parisinos y Nerazzurri marcarán un antecedente poco común en la Liga de Campeones, pues la final será la primera entre ambos equipos, pero asimismo, el primer juego oficial entre ambos clubes en la Champions. Hasta la fecha no existe otro enfrentamiento, solo cinco juegos amistosos entre 2014 y 2023, la mayoría partidos de pretemporada, donde se registran tres victorias para el PSG, una para el Inter y un empate.
Alexander Cortes