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ONU denuncia el uso de redes sociales en el reclutamiento forzado de niños en el Catatumbo

La Organización de las Naciones Unidas en Colombia alerta sobre el preocupante aumento del reclutamiento de menores en la región del Catatumbo, una problemática que se ha visto agravada por el uso de plataformas digitales como TikTok y Facebook. Grupos armados ilegales han recurrido a estas redes sociales para atraer a niños y adolescentes mediante contenidos diseñados para generar admiración por la vida en la ilegalidad. A través de publicaciones que exaltan el poder, el dinero y las armas, estos grupos logran llamar la atención de menores vulnerables que, en su mayoría, enfrentan dificultades económicas y sociales.

Scott Campbell, representante en Colombia del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, ha señalado que la situación en el Catatumbo es crítica, con un incremento en los casos de violencia y afectaciones directas a las comunidades. En lo que va de 2025, la ONU ha documentado asesinatos de líderes sociales, desplazamientos forzados y confinamientos que han limitado la movilidad de cientos de familias. Dentro de este panorama, el reclutamiento de menores se ha convertido en una de las estrategias de los grupos armados para fortalecer sus estructuras, aprovechando la falta de oportunidades para los jóvenes en zonas rurales y las facilidades que ofrecen las plataformas digitales para establecer contacto directo con ellos.

https://twitter.com/ONUHumanRights/status/1921554844239745500

Por su parte, la Fiscalía General de la Nación ha identificado diversas estrategias utilizadas por estos grupos para captar menores, desde el uso de redes sociales hasta la intermediación de jóvenes ya reclutados. Uno de los métodos más preocupantes es el sistema de enamoramiento, en el cual niños y adolescentes son persuadidos por otros jóvenes que ya forman parte de los grupos armados. A través de relaciones afectivas, los nuevos reclutas generan confianza en sus víctimas y los convencen de unirse a sus filas. Además, la infiltración de organizaciones comunitarias con la entrega de alimentos y kits escolares ha sido una táctica recurrente para establecer vínculos con las familias y facilitar el acceso a menores.

Otro método alarmante es la participación de mujeres trabajadoras sexuales en el proceso de captación. Estas mujeres generan lazos emocionales con menores vulnerables, ganándose su confianza para luego inducirlos a ingresar a los grupos armados. Una vez que los niños y adolescentes son reclutados, enfrentan un proceso de adaptación en el cual son sometidos a presiones psicológicas, amenazas y traslados forzados a zonas controladas por estas estructuras ilegales. En muchos casos, los menores son llevados a centros de entrenamiento donde reciben formación militar antes de ser desplegados en operaciones de combate.

Las cifras del fenómeno son preocupantes. Según la Defensoría del Pueblo, entre 2021 y 2024 se registró un incremento del 1.005 % en los casos documentados de reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes. En 2021 se reportaron 37 casos, mientras que para 2024 la cifra ascendió a 409. Esta tendencia coincide con las alertas emitidas por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que ha identificado el uso de plataformas digitales para facilitar la comisión de este delito.

Las comunidades indígenas del Catatumbo han sido gravemente afectadas por el conflicto, con denuncias sobre la instalación de minas antipersonal que han limitado su capacidad de movilidad y su forma de vida tradicional. Estas acciones han generado una crisis humanitaria que ha obligado a muchas familias a desplazarse a otras regiones en busca de protección. Mientras tanto, los niños y adolescentes continúan siendo blanco de estrategias de captación, lo que pone en riesgo su futuro y su seguridad.

Ante este panorama, la ONU insta al Estado a adoptar medidas inmediatas para frenar el reclutamiento de menores y garantizar su protección. Se ha solicitado una mayor regulación de plataformas digitales como TikTok y Facebook para evitar que sean utilizadas como herramientas de captación, así como el fortalecimiento de programas de prevención y atención para los jóvenes en situación de vulnerabilidad. La Fiscalía, por su parte, ha anunciado el inicio de investigaciones para rastrear la actividad de cuentas utilizadas por los grupos armados con el propósito de identificar y judicializar a los responsables.

El impacto del uso de redes en el reclutamiento infantil es un nuevo desafío para las autoridades. Mientras que en el pasado la captación de menores se realizaba en territorios controlados por grupos armados, hoy en día la tecnología ha permitido que estos procesos trasciendan las fronteras rurales y lleguen incluso a zonas urbanas. La facilidad con la que los menores pueden interactuar con estos grupos a través de redes sociales ha convertido a populares plataformas en poderosas herramientas para la expansión de estas prácticas.

Juan Joya