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Santa Fe no levanta y pone en duda su presencia en cuadrangulares: ¿quiénes son los responsables del irregular presente en el Cardenal?

El estratega uruguayo no ha tenido el arranque esperado y, bajo la sombra de lo que hizo Francisco López, afronta un presente desolador en el conjunto Cardenal, que pone en riesgo su presencia en las finales del rentado nacional.

Independiente Santa Fe no pasó del empate ante Boyacá Chicó, resultado que sabe a poco teniendo en cuenta que el conjunto Cardenal era local y que el Ajedrezado es uno de los coleros de la liga. El punto apenas sirve para mantenerse en el grupo de los ocho, pero el juego y la falta de puntos empiezan a preocupar en el ambiente capitalino, pues lo que parecía una clasificación casi segura en un 80 %, ahora está en peligro. Santa Fe, por su juego, está lejos de asegurar dicho objetivo y acumula apenas 2 puntos de 12 posibles en la era Jorge Bava.

“Entendemos el desencanto que puede haber, soy el responsable de obtener los pocos puntos que hemos logrado. Necesitamos el apoyo de la gente; hoy los mejores momentos del equipo fueron cuando la gente se levantó y cuando el ser humano siente, es productivo. Veo a los muchachos entrenando felices, pero entiendo que la gente quiere ganar. Si no disfruto de estar en el día a día acá, no estaría en el equipo, soy muy tajante en eso”.

Con esas declaraciones, el estratega uruguayo justificó la molestia de la afición, que salió frustrada y enojada tras completar cuatro partidos sin ganar. Más allá de eso, por el rendimiento individual y colectivo, Santa Fe ayer tuvo problemas en ambas áreas: generó opciones para ganar el juego, pero no tuvo eficacia; mientras que, en área propia, también sufrió, demostrando que el equipo en terreno propio hace aguas: el rival encuentra espacios con facilidad y genera peligro. Ayer, Boyacá Chicó, con transiciones y balones largos, pudo ganar el juego.

“Con respecto a estos 13 días que tuvimos, el grupo plasmó lo que trabajamos; después, el resultado no es ni cerca de lo que queremos, pero tenía la obligación de analizar esto. Hubo opciones de gol, casi siete, se vio un progreso con respecto al primer partido con el Deportivo Pasto. El fútbol es resultados y seguimos sin ganar, pero creo que ahora vamos a estar más cerca de ganar: si llegamos más que el rival, seguramente cambiará todo”, afirmó Jorge Bava.

Bava es el menos responsable del presente Cardenal

Aunque muchos culpan al nuevo entrenador por los resultados —incluyendo algunos jugadores, que sin mencionarlo puntualmente han dejado en evidencia que no todo está bien en la interna del grupo—, la verdad es que Jorge Bava ofrece otro discurso: uno en el cual da un “parte de tranquilidad” y asegura que el equipo disfruta el presente, entrenándose con alegría y disposición.

La realidad es que el inicio de la era Bava no sorprende, pues el entrenador uruguayo es un técnico en formación que, aunque hizo un gran trabajo en Liverpool, aún no se podría decir que sea un técnico consagrado o de pergaminos para devolverle la grandeza a Santa Fe. El estratega llegó luego de ser despedido por malos resultados en León y, hasta hoy, es un técnico en adaptación: al equipo, la plantilla y la liga. Por ende, buscar culpables parece la salida más fácil, pero hay una gran responsabilidad del plantel y la directiva.

Primeramente, la administración, que no ha hecho un buen trabajo, destacándose por apostarle a técnicos sin mayor reconocimiento con tal de mantener una identidad de juego. Asimismo, se ha conformado con hacer una gran fase regular o ser primero en la reclasificación, pero cuando compite por los grandes objetivos (títulos e internacionalmente) no ha estado a la altura. La plantilla también es corta y sin mayor figura: aunque algunos refuerzos han rendido más de lo esperado (como Omar Fernández), no hay mucho recambio ni jugadores que marquen la diferencia.

Uno de los puntos que llama la atención es que el plantel, que en más del 50 % es el mismo del año anterior, es débil mentalmente: se cae futbolísticamente con poco y, a pesar de llevar varios meses jugando juntos, no encuentra un punto de equilibrio ni una regularidad que le permita empezar a edificar. Eso se refleja en los tramos finales de la era Francisco y el inicio de Jorge Bava.

Cuatro partidos para salvar el semestre

Santa Fe tiene poco margen de error y, tras una temporada irregular que se suma a la penosa participación en Copa Libertadores —donde quedó eliminado a manos de Deportes Iquique, club que hoy es último del torneo chileno con apenas 2 puntos de 24 posibles—, tiene por obligación pelear el título en Colombia. Pero ahora ese objetivo se complica, si se tiene en cuenta que a Santa Fe le restan cuatro juegos, todos contra rivales que tienen algo por qué salir a ganar: Llaneros, teniendo presente la tabla del descenso; Junior, que busca mantenerse arriba para ser cabeza de grupo; mientras Deportivo Cali y Alianza podrían ser rivales directos por entrar a los ocho.

Teniendo presente la actualidad de sus rivales, Santa Fe necesita mínimo 8 puntos de esos 12 en juego para estar presente en las finales del fútbol colombiano.

Alexander Cortes