El oriundo de Vegachí es el hombre de los goles importantes en el Verdao y también quien recibe silbidos e insultos.
Anoche, el volante colombiano Richard Ríos tuvo un partido aparte. Palmeiras, que venía de ganar en el debut libertador ante Sporting Cristal, con un gol del colombiano en tiempo de adición, enfrentaba en casa a Cerro Porteño de Paraguay, un partido para nada fácil y que se caldeó con la actitud del colombiano.
Antes del cierre del primer tiempo llegaría la única anotación del compromiso: una jugada con cambio de perfil que terminó en un pase de la muerte y la llegada desde atrás de Ríos, que solo la empujó para marcar su segundo gol consecutivo en esta edición de la Copa Libertadores. Richard, de manera particular y como ya había ocurrido hace una semana en territorio peruano, no celebró el gol. Con gesto serio, simplemente caminó, mientras sus compañeros intentaban animarlo.
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Entonces vino el gesto reprochable. Tras la anotación que, al final del juego, le terminaría dando la victoria a Palmeiras, Ríos mandó a callar a la tribuna. El gesto generó molestia en las gradas y puso a la gente en contra del colombiano. Posteriormente, todo fue hostilidad para Ríos: cada vez que tomaba la pelota era silbado e insultado. El Allianz Parque le hizo sentir su rechazo a Richard, que, aunque pasa por un gran momento individual —recientemente elegido el mejor mediocampista del Torneo Paulista y autor de los dos tantos de las victorias del Verdao en Copa—, se le nota molesto con las críticas, en un ambiente poco empático con su afición.
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El colombiano, quien fue la figura anoche y el mejor jugador calificado según Score 365, jugó 84 minutos, tuvo un total de 4 remates (2 de ellos al arco), 1 pase clave, 91 % de efectividad en sus pases y 41 toques. Se fue de la cancha en medio de silbidos y aplausos, pues su gesto hacia la tribuna empañó su gran noche deportiva. Aun así, el jugador colombiano limó asperezas y, tras el juego, pidió disculpas públicas y se dirigió a la zona donde se presentó el inconveniente para regalar su camiseta.
Alexander Cortés