El delantero tolimense marcó doblete este fin de semana ante América de Cali y se encamina a posicionarse como el máximo goleador colombiano de toda la historia.
Dayro Moreno, ese delantero de amores y críticas, ha sido toda su vida figura y goleador, pero también centro de atención por diferentes polémicas, como los excesos, las mujeres y los escándalos fuera de concentración. Aun así, Dayro ha conseguido lo que pocos pueden afirmar en el fútbol colombiano: ser campeón de grandes títulos, como una Copa Libertadores con el equipo de sus amores, vestir las camisetas de grandes clubes en Colombia y, hoy, a sus 39 años, seguir anotando cada fin de semana.
Este fin de semana, sin embargo, fue otro que quedará en el baúl de los recuerdos, uno de tantos momentos especiales que ha tenido Dayro con el fútbol. Tras marcarle por duplicado al América de Cali, no solo ayudó al equipo a romper una racha negativa de cinco juegos sin ganar, sino que llegó a 353 goles, alejándose parcialmente de Radamel Falcao García en la disputa por ser el máximo goleador de la historia. Dayro, además, suma seis goles esta temporada y pelea por el botín de máximo artillero del semestre.
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Dayro, auténtico y transparente
Tras convertirse en el máximo goleador colombiano de la historia, el delantero celebró, y de qué manera: se le vio en una discoteca en Manizales, subido en una mesa, bailando la popular canción Baila Morena. Inmediatamente, el video se hizo viral, aunque no sorprendió, pues ha sido una de las constantes en la vida del delantero del Blanco-blanco. Aunque se cuida en su dieta y se mantiene en forma, nunca ha ocultado que es un amigo —casi hermano— de las discotecas y el trago.
“La verdad es que tengo una vitamina, todo el mundo lo sabe y me encanta el traguito, esa es una vitamina muy especial (risas)”, destacó en entrevista con Win Sports.
Con esa declaración sincera, para algunos reprochable y para otros divertida, Moreno confirmó que es un tipo que disfruta la vida. Fuera de los entrenamientos y el fútbol, es un hombre de ocio:
“Me encanta oler rico, llego de primero, después me encanta oler rico, es el swing que tengo, me relajo, disfruto. Para mí, después de mis hijas, el Palogrande, el fortín, es todo. Me relajo muchísimo”, concluyó.
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Por ahora, Once Caldas espera recuperar la senda del triunfo, mantenerse sumando de a tres y, con su goleador encendido, afrontar su siguiente reto: recuperar los puntos perdidos en casa en la Copa Sudamericana visitando a Unión Española este miércoles. En el torneo local, marcha décimo, con los mismos 19 puntos del octavo, Deportivo Cali.
Alexander Cortés