Un grupo de 27 congresistas del Partido Liberal, con el respaldo explícito del expresidente César Gaviria, radicó un proyecto de ley que busca recuperar dos puntos clave de la fallida Reforma Laboral del gobierno Petro: el pago del 100% por trabajar domingos y festivos y el ajuste del horario nocturno para que inicie a las 7:00 p.m., en lugar de las 9:00 p.m. actuales.
La iniciativa fue presentada ante la Secretaría General del Senado y, según sus promotores, busca “garantizar derechos fundamentales de los trabajadores“. En un comunicado conjunto, la dirección liberal afirmó: “Los dominicales y los recargos nocturnos desde las 7 PM son un derecho, una obligación y una causa liberal; el Partido Liberal radica proyecto de ley que brinde garantías y derechos a la clase trabajadora”.
Aunque el proyecto podría verse como un apoyo al gobierno, fuentes del Partido Liberal sugieren que, en realidad, busca ser una alternativa para evitar la consulta popular que impulsa el presidente Petro. De aprobarse esta ley, dos de las preguntas clave de la consulta —sobre recargos dominicales y nocturnos— perderían sentido, lo que podría dejar sin piso la convocatoria a las urnas.
El Registrador Nacional, Hernán Penagos, estima que la consulta costaría al menos $500.000 millones, un gasto que, según los liberales, el país no puede asumir en la actual situación fiscal.
El senador Alejandro Carlos Chacón, uno de los firmantes, defendió la iniciativa: “Los liberales hemos defendido siempre el libre mercado y la protección del tejido empresarial, pero jamás en detrimento de la clase trabajadora. Hemos presentado este proyecto para recuperar sus derechos en cuanto a las horas extras y que les paguen como debe ser el domingo y los festivos”.
En la misma línea, el representante Carlos Felipe Quintero afirmó: “Se busca dignificar el trabajo de los colombianos, rescatar lo más importante que traía la reforma laboral (…). Yo creo que así se avanza y hay dignidad, así hay justicia social”.
Sin embargo, el sector empresarial —en especial las Mipymes— ha mostrado preocupación. Estos cambios aumentarían los costos laborales, uno de los motivos por los que la reforma original se hundió en el Senado.
Para convertirse en ley, el proyecto deberá superar cuatro debates: primero en la Comisión Séptima del Senado —la misma que archivó la reforma de Petro—, luego en plenaria, y repetir el proceso en Cámara de Representantes.
Mientras tanto, el debate político sigue abierto: ¿Es este un verdadero esfuerzo por mejorar las condiciones laborales o una maniobra para frenar la consulta popular? La respuesta dependerá de los votos en el Congreso.
Humberto ‘Toto’ Torres