La captura de Marco Antonio Parra Rodríguez, señalado como el presunto asesino de Emily Villalba, ha marcado un importante, pero doloroso paso en la búsqueda de justicia para esta menor de 15 años, cuyo asesinato conmocionó a la comunidad de Chocontá, Cundinamarca. El sujeto de 44 años fue aprehendido en una zona rural del municipio de Facatativá gracias a la colaboración ciudadana y el trabajo conjunto de las autoridades, quienes respondieron con rapidez tras recibir información clave que condujo hasta Parra. “Hemos dado captura a su homicida”, declaró el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey.
Emily Villalba habría desaparecido la tarde del 12 de marzo tras acudir a una cita odontológica. Las últimas imágenes de la menor con vida fueron registradas por cámaras de seguridad en la vereda Pueblo Viejo, donde fue vista caminando junto a Marco Antonio Parra Rodríguez, ahora principal sospechoso del crimen. Más tarde, su cuerpo fue encontrado en una zona boscosa con signos de violencia. De acuerdo con el comandante de la Policía de Cundinamarca, Andrés Serna, la causa de su muerte fue asfixia mecánica, además de presentar golpes en sus costillas. “Emily tenía laceraciones y hematomas en el cuello”, detalló el coronel Serna, poniendo de presente la gravedad y brutalidad de lo ocurrido.
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El hallazgo de Emily se dio gracias al sonido emitido por su teléfono celular, que permanecía activo después de su desaparición. Las autoridades lograron rastrear la señal y encontraron su cuerpo en condiciones devastadoras. Aunque fue trasladada a un centro médico, la menor ya no presentaba signos vitales. Su fallecimiento fue confirmado a las 8:38 p. m. de ese mismo día. Este crimen reavivó el clamor por justicia en la región, que exige la aplicación de medidas más estrictas contra los responsables de violencia de género.
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La captura de Parra Rodríguez, quien registraba antecedentes judiciales por homicidio y hurto, ha desatado cuestionamientos sobre la eficacia del sistema judicial y las medidas preventivas para evitar que aquellas personas con historial delictivo cometan nuevos crímenes. Horas antes de su aprehensión, un juez de la República había emitido una orden de captura en su contra.
Sin embargo, el caso deja interrogantes sin resolver. ¿Por qué un hombre con antecedentes judiciales tan graves seguía en libertad? ¿Se tomarán medidas más estrictas para supervisar a personas con historial criminal? ¿Qué acciones emprenderán las autoridades para evitar que crímenes como este se repitan? ¿Cómo se garantizará un juicio rápido y transparente para este caso en particular?
El gobernador Rey destacó la importancia de la colaboración ciudadana y la recompensa de 20 millones de pesos ofrecida por información que permitiera localizar al sospechoso. “Agradecemos a esta fuente, que motivada por la recompensa que ofrecimos hace tan solo unas horas, nos permite entregar este resultado”, afirmó Rey, reconociendo la labor de la Policía y la Fiscalía.
Ante este resultado, las autoridades han prometido realizar un seguimiento exhaustivo al proceso judicial para garantizar que este crimen no quede impune. “Haremos seguimiento efectivo para que la pena sea ejemplarizante. Este tipo de hechos no pueden seguir ocurriendo en Cundinamarca ni en el país”, mencionó el gobernador. La comunidad de Chocontá y los familiares de Emily esperan que las promesas de justicia se traduzcan en acciones contundentes.
La trágica pérdida de Emily Villalba ha conmovido profundamente a toda una región, abriendo un espacio de reflexión sobre cómo proteger eficazmente a los más vulnerables y la urgente necesidad de poner fin a la violencia de género. Mientras la justicia sigue su curso, la comunidad clama con fuerza por respuestas claras y por justicia para una joven que merecía vivir una vida plena.
Juan Joya