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Es interesante apreciar cómo tres gobiernos de izquierda de vieja data están manejando con fino tacto diplomático las relaciones con la segunda administración de Donald Trump.

🌐 ASTROLABIO  # 294 - VIERNES, 31 DE ENERO DEL 2025

 

México empezó a prepararse para recibir el reflujo migratorio desde hace varias semanas, bautizó a su iniciativa como la del abrazo del retorno y, a pesar de los aranceles, ha concluido que está destinado a entenderse de la mejor manera posible con la Casa Blanca.

Por otra parte, la política exterior de Brasil se ha enfocado en la reciprocidad y también ha manejado la situación con franqueza respetuosa y constructiva.  

De tal forma, ha preservado con aplomo los lazos con Washington, aún a sabiendas de la aprensión de Trump hacia el BRICS pero destacando, en todo caso, que si de ideología se trata, no le tembló el pulso para negarle a Caracas el ingreso al grupo.

Y por último, la Venezuela de Maduro ha demostrado, contra todo pronóstico, que con la experiencia diplomática cosechada en tantas lides, está haciendo posible aquello de empezar “de cero” el entendimiento ( revisable ) con Waltz, Rubio y Segheth.

En la práctica, ya casi nadie se acuerda de Edmundo González y, muy hábilmente, cancillería y presidencia, bien acompasadas, han coordinado con Trump la repatriación de gente asociada al crimen organizado y la entrega a los EEUU de los ciudadanos norteamericanos que estaban en su poder.

En resumen, tres gobiernos profundamente ideologizados pero con el suficiente pragmatismo para sincronizar bien a sus embajadores y regular las relaciones con Washington alejándose de callejones sin salida o escenarios desgastantes, intrascendentes y riesgosos para la estabilidad interna y el entendimiento hemisférico y regional.  

 

vicentetorrijos.com