El costo oculto de la obesidad infantil: más que un problema estético, una amenaza para la salud

La obesidad infantil se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública en Colombia. Según el último informe de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN), aproximadamente el 24 % de los niños y adolescentes en el país presentan sobrepeso u obesidad, una cifra alarmante que refleja la urgencia de abordar este problema de manera integral.

Factores detrás del problema

Expertos en salud coinciden en que el aumento de la obesidad infantil está relacionado con múltiples factores, entre ellos el cambio en los patrones alimenticios, la disminución de la actividad física y la influencia de los medios de comunicación en las decisiones alimenticias. “Los niños están expuestos a alimentos ultraprocesados que son altamente calóricos y bajos en nutrientes, lo que favorece el incremento de peso desde edades tempranas”, explica la nutricionista Sandra Rodríguez, especialista en salud infantil.

Adicionalmente, el estilo de vida sedentario ha ganado terreno, impulsado por el uso excesivo de dispositivos electrónicos y la falta de espacios seguros para actividades recreativas en muchas comunidades.

Consecuencias a largo plazo

El impacto de la obesidad infantil no se limita a la apariencia física; también está vinculado a graves riesgos para la salud. Condiciones como diabetes tipo 2, hipertensión, problemas cardiovasculares y trastornos psicológicos son cada vez más comunes en niños con obesidad. “Es una generación que podría enfrentar enfermedades típicas de adultos a edades más tempranas”, advierte Rodríguez.

Acciones gubernamentales y educativas

El gobierno colombiano, a través del Ministerio de Salud y Protección Social, ha impulsado campañas para promover hábitos saludables en los colegios. Iniciativas como el Plan Nacional de Alimentación Escolar buscan garantizar que los niños reciban alimentos balanceados durante su jornada académica. Sin embargo, expertos señalan que estas medidas aún son insuficientes.

“Es necesario reforzar la educación nutricional desde los hogares, donde se toman las principales decisiones alimenticias”, señala Andrés González, investigador en salud pública. Además, organizaciones como la OMS han hecho un llamado a limitar la publicidad de alimentos poco saludables dirigidos a menores de edad, una práctica que sigue siendo común en Colombia.

El rol de la sociedad

Abordar la obesidad infantil requiere un esfuerzo conjunto de padres, educadores, el sector salud y el gobierno. Promover la actividad física, ofrecer alternativas saludables y educar sobre los riesgos asociados al sobrepeso son pasos clave para frenar esta tendencia.

Mientras tanto, en muchas familias colombianas, la lucha por mantener un equilibrio entre trabajo, educación y salud sigue siendo un desafío diario. Como afirma González, “combatir la obesidad infantil no solo se trata de cambiar hábitos, sino de garantizar que todos los niños tengan acceso a oportunidades saludables y equitativas”.

La obesidad infantil no es solo un problema de salud; es un reflejo de las desigualdades sociales y económicas que persisten en el país. Tomar acciones hoy no solo beneficiará a las generaciones actuales, sino que también garantizará un futuro más saludable para Colombia.

 Sala Digital Colmundo