Correcto partido de Atlético Nacional; Deportes Tolima quedó debiendo en el juego, pero terminó salvando un empate que deja la serie abierta.
Intenso y físico, así se vivió el primer duelo de la final, que, en medio de la conmemoración de los 70 años de fundación del Deportes Tolima, logró llenar finalmente el estadio Manuel Murillo Toro en un 90%. En la previa, el equipo con la responsabilidad era el conjunto ‘Pijao’, que, además de ser local, también tenía su partido aparte: jugaba el duelo clave de la serie. Llegaba con más días de descanso y planificación, y enfrentaba a un Nacional que dosificó en su nómina.
Lejos de ser el partido que se esperaba, por lo menos en los primeros 15 minutos, donde el local hizo sentir la hostilidad del contexto y se le tiró al contrario, inclinando la cancha y haciéndolo pasar apuros, Tolima tuvo 4 minutos de intensidad. Después, fue mermando el ritmo y entrando en un bache, en el cual Nacional lo mantuvo, sosteniendo la posesión de la pelota y siendo un equipo corto. El ‘Verdolaga’ aisló completamente al hombre diferente en ataque del ‘Pijao’, Jeison Guzmán, y fue limitando a los aleros, Jhon Lucumí y Alex Castro, quienes corrieron más de lo que pesaron en ataque. El trámite del juego los fue desesperando y limitando. Al Nacional, al jugar con tres volantes de marca y bloques tan cortos, reforzó la recuperación, presión y desestructuró la fluidez de juego de Tolima, que en el primer tiempo no encontró cómo hacerle daño a Nacional, viéndose superado en todas sus líneas y dando la impresión de que, con los jugadores en cancha y el sistema de juego dispuesto por David González, perdía el mediocampo y no tenía cómo contrarrestar el orden y eficiente trabajo defensivo de Nacional.
Kevin Viveros fue un acierto y el planteamiento, el punto de quiebre
Si de novedades se trata, el mexicano se robó la atención, pues tuvo 4 variantes, alternando el 40% de la nómina en un juego definitivo y en terreno hostil. Cepellini, Juan Manuel Zapata y Dairon Asprilla fueron titulares. Sin embargo, quien fue un acierto desde todo punto de vista fue Kevin Viveros. El ‘Tren’, como se le conoce, fue la pieza indicada en un partido donde primaron los duelos. Físicamente incorregible, fuerte y potente, ganó la mayoría de los duelos, mantuvo a los centrales ocupados, movió la defensa del Tolima sin balón y fue determinante en la acción del gol. Cabe resaltar que la jugada del gol fue proyectada y planificada. Viveros fue trabajando el duelo con Marlon Torres, siempre al choque, desgastando y ganándole mentalmente, y sería por fuerza y biotipo que se quedaría con una pelota dividida. Aprovechando una defensa de Tolima adelantada, su determinación abrió el espacio y tejió la acción de gol que terminó marcando Dairon Asprilla.
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La idea de juego de Nacional fue distinta. Con menos días de recuperación y planificación, denotó haber estudiado a la perfección al rival. Le quitó y sostuvo la pelota, una de las fortalezas del ‘Pijao’. Allí influyó Cepellini y Zapata, dos de las variantes, sacrificando un poco la salida de los laterales para mantener siempre el bloque defensivo robusto y ordenado. Por dentro, Campuzano y Sebastián Guzmán se encargaron de sacar de partido a los aleros y aislaron a Guzmán. Arriba, Dairon y Viveros, en su esencia, fueron a chocar y pelear contra las murallas del equipo tolimense.
La expulsión de Sebastián Guzmán cambia el juego
Nacional lo controlaba y lo ganaba hasta el minuto 65, cuando llega la expulsión de un jugador que vale por dos: el buen volante ibaguereño Sebastián Guzmán. Se va expulsado por doble cartulina amarilla. Allí cambia el curso del juego. Nacional pierde un hombre clave en su estructura y Tolima copa el mediocampo, adquiere la posesión de la pelota y suelta las bandas. Inmediatamente, el ‘Verdolaga’ se queda con un hombre menos. David González refresca el juego por afuera y le mete un acompañante a Brayan Gil. Eso permite que Tolima encuentre más volumen de ataque, le recupere más rápido la pelota a Nacional e incline la cancha.
El gol del empate llegó en una gran jugada colectiva que denota la calidad de jugadores que tiene Tolima. Guzmán, ya mucho más suelto, en medio de un bloque robusto de Nacional, mete un pase aéreo. Brayan Gil, que ya no tenía que aguantar y buscar perfilarse, atrae marcas y, con un gran gesto técnico, pivotea a primera intención, desacomodando el bloque de marca del ‘Verdolaga’. Unos metros atrás, llega Gustavo Ramírez, quien también de primera remata y la cuelga en el ángulo.
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Sin ser claro y con mayor asertividad en el último tercio de la cancha, Tolima terminó presionando y hostigando a un Nacional que salió vivo, consiguió un empate que deja sensaciones positivas y que ahora, con una propuesta mucho más ofensiva y con el contexto a su favor, define la serie en casa.
Alexander Cortés