El martes 17 de diciembre, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) finalizó la construcción y optimización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Salitre, una de las más grandes de Suramérica, que ahora está oficialmente en manos de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). Esta infraestructura, ubicada entre las localidades de Suba y Engativá, promete transformar el saneamiento ambiental de la capital.
En una ceremonia celebrada en el Hotel Tequendama, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, y la magistrada del Tribunal de Cundinamarca, Nelly Yolanda Villamizar, fueron algunos de los asistentes al acto de entrega. Esta planta, que será clave en la descontaminación del río Bogotá, tiene una capacidad para tratar el 30% de las aguas residuales de la ciudad, lo que equivale a 7 metros cúbicos por segundo, un avance significativo para la capital.
La PTAR El Salitre ha sido uno de los proyectos más ambiciosos en el país en términos de saneamiento ambiental, con una inversión total de 1.6 billones de pesos. El proyecto se desarrolló en cumplimiento de la Sentencia del río Bogotá, a través de un convenio interadministrativo firmado en 2007 y un préstamo con el Banco Mundial. Las obras iniciaron en 2016 y culminaron en abril de 2024.
Alfred Ballesteros, director de la CAR, destacó la importancia de este proyecto: “La PTAR Salitre es la única planta de tratamiento de aguas residuales que tiene Bogotá. Es el primer gran proyecto de descontaminación de nuestro país”. Además, reconoció el trabajo de los equipos de la CAR y de los exdirectores que contribuyeron a su ejecución.
La planta no solo impacta en el tratamiento de aguas, sino que también es clave en la recuperación de la flora y fauna de la zona de Engativá. Con una intervención en 58 hectáreas, se proyecta que atenderá las necesidades de más de 2.5 millones de personas para 2040.
Este esfuerzo también incluye la implementación de tecnología de lodos activados con desinfección y un incremento de la capacidad de tratamiento de 4 a 7 metros cúbicos por segundo. La planta, que ha sido equipada con más de 9,600 equipos, también destaca por su eficiencia operativa, alcanzando un promedio de 94% en la remoción de sólidos suspendidos y un 92% en la demanda bioquímica de oxígeno.
Desde una perspectiva ecológica, la planta incorpora elementos de economía circular, como la generación de biogás, que cubre entre el 30% y el 45% de su consumo energético diario. Además, el tratamiento de aguas genera una retención mensual de 450 toneladas de residuos sólidos y 4 mil toneladas de biosólidos.
La puesta en operación de la PTAR El Salitre es un hito que marca un antes y un después en el tratamiento de aguas residuales en Bogotá, mejorando la calidad del agua en el río Bogotá y sentando las bases para una ciudad más sostenible y limpia. Con su entrega, se abre un nuevo capítulo en el saneamiento ambiental de Colombia.
Humberto ‘Toto’ Torres