La evolución irónica del pavo en las festividades: De dios azteca a estrella de la cena navideña

En el vasto mundo de la gastronomía, el pavo ha recorrido un largo camino desde ser considerado una figura sagrada en las antiguas civilizaciones hasta convertirse en el plato central de las cenas navideñas en diversos países. Si nos adentramos en la historia, veremos que esta ave fue objeto de veneración en culturas precolombinas, pero hoy en día, la ironía radica en que es más probable que se encuentre en un plato de mesa que en un altar.

El pavo sagrado de los mayas y aztecas

En las antiguas civilizaciones de Mesoamérica, como los mayas y aztecas, los pavos fueron más que simples aves de corral. Para ellos, estas criaturas representaban abundancia y fertilidad. Los aztecas, en particular, valoraban al pavo tanto por su carne como por su simbolismo, asociándolo con la prosperidad y los rituales religiosos. De hecho, el pavo era parte de las ceremonias religiosas que se realizaban en honor a los dioses, y no era raro encontrarlo en ofrendas para garantizar la buena suerte y las cosechas abundantes.

Del altar a la mesa navideña

Saltemos ahora varios siglos hacia adelante. Hoy en día, el pavo, que una vez fue venerado como símbolo de fertilidad, se ha convertido en una de las aves más consumidas en las cenas navideñas de varios países, especialmente en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. ¿Qué pasó entre medio? La globalización y la domesticación, claro está.

En lugar de ser parte de rituales religiosos, el pavo ha sido convertido en un festín para compartir con familiares y amigos. Su presencia en la mesa es tan común en Navidad como el árbol de Navidad mismo. En la actualidad, la idea de “adorar” al pavo es mucho más probable que se refiera a su lugar en una receta de pavo relleno, glaseado con miel y especias, y no a una ceremonia para invocar la prosperidad.

La ironía del cambio

La transición de ser un símbolo de poder divino a un plato principal en las festividades nos presenta una ironía curiosa. Si los aztecas levantaran la vista hoy en día, podrían sorprenderse al ver cómo su ave sagrada ha caído tan bajo en la cadena alimenticia. Ya no se le rinde homenaje a través de ofrendas, sino que se le decora con aderezos y salsas, todo para satisfacer el apetito humano. En algunos casos, hasta se le dedica una fecha especial, el Día de Acción de Gracias, que, irónicamente, se ha transformado más en una festividad de consumo que en un acto de agradecimiento.

El pavo, ese animal que alguna vez fue considerado un símbolo de lo divino, hoy es protagonista en una cena donde, probablemente, será el tema de conversación sobre lo bien que quedó al horno o la cantidad de relleno que lleva. Sin duda, la historia de esta ave es un reflejo de cómo las tradiciones pueden transformarse con el paso del tiempo, y cómo lo que una vez fue reverenciado ahora puede ser simplemente un manjar festivo.

Humberto ‘Toto’ Torres

Fuente Internet