El caleño de 26 años se inmortalizó en la historia de uno de los clubes más antiguos y tradicionales de Italia. Su perseverancia y constancia le han permitido ser determinante para su entrenador, Vincenzo Italiano, quien lo considera inamovible y le ha otorgado la confianza que anoche le permitió convertirse en un delantero más y anotar un gol histórico para el club de Emilia-Romaña.
El estadio Renato Dall’Ara, casa del Bologna, vivió un momento de congregación junto al plantel en una noche inolvidable para un club que, el pasado 9 de octubre, cumplió 115 años. En la velada de la fecha 5 de la nueva liguilla de la Liga de Campeones, el Bologna anotó su primer gol en el torneo más importante a nivel de clubes. “El primer gol en la Liga de Campeones. Es un sentimiento mixto: estoy feliz por este gol histórico, pero lo más importante para un equipo siempre es ganar, y hoy no lo logramos. Jugamos en igualdad de condiciones contra estos equipos, pero nos falta un poco de suerte y, probablemente, también la experiencia del grupo, que es fundamental a este nivel”, expresó el central.
La alegría fue efímera, pues lo que fue parcialmente el empate de Jhon Lucumí se diluyó tres minutos más tarde con un tanto de Ngal’ayel Mukau, que puso cifras concretas al marcador. Sin embargo, en los momentos importantes del club, como los ascensos, la reconstitución después de 1993, los siete títulos de la Serie A, las dos Copas de Italia, la Copa de la Alta Italia y la consagración en la Copa de la Europa Central, ahora se suma la anotación del caleño. Quizá no fue la más virtuosa ni excelsa, ni tampoco sirvió para que el equipo consiguiera la victoria, pero sí tiene una connotación especial para una ciudad que celebró por primera vez un gol en la Liga de Campeones.
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A pesar de la alegría individual, el Bologna continúa en la parte baja de la tabla y con muy pocas posibilidades de avanzar a la siguiente ronda. En su primera participación en la Champions, el equipo no ha logrado despegar y completó cinco juegos sin conocer la victoria (un empate y cinco derrotas). “Necesitamos comprender los momentos clave del partido y no equivocarnos en los detalles. La diferencia permanece. La frustración y el enojo también permanecen por el deseo de dar alegría a esta afición que nunca deja que nos falte su apoyo”, complementó el jugador.
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El Bologna tendrá tres partidos más para enderezar el camino y buscar el siguiente objetivo colectivo a corto plazo: ganar por primera vez en la Champions. Actualmente marcha en la posición 33 con un punto, a tres del PSG, que se ubica en la casilla 25 y estaría quedándose parcialmente con la última plaza para disputar los playoffs.
Alexander Cortés