El equipo ‘Albiazul’ no da tregua, gana su segundo clásico en el semestre y va por Atlético Nacional el viernes.
Pragmático y trabajado, así se podría definir la victoria justa y necesaria de Millonarios ante su eterno rival, que una vez más, ante su público, vio celebrar a su rival de patio. Santa Fe fue un equipo sumiso, sin versatilidad, que parece haberse clasificado a los cuadrangulares y perdido en el camino. Pasó de ser el equipo que más puntos sumó en la fase regular y que llegó invicto en condición de visitante, a ser un conjunto impotente, ineficaz y que se autosabotea, haciéndole las cosas más fáciles a su contrario.
“Es la misma sensación que me dejó el partido pasado. En una jugada puntual se nos va el partido. Después, el equipo intentó, nunca se dejó de intentar, los muchachos intentaron de todas las maneras, pero no nos alcanzó como para empatar”, afirmó en rueda de prensa Pablo Peirano.
El estratega uruguayo fue chiflado al término del compromiso. Esto, lejos de extrañarse, demuestra el descontento de una hinchada que identifica lo mucho que a Santa Fe le cuesta derrotar a Millonarios. Hasta la fecha, Peirano no ha podido ganar un solo clásico, ni como asistente ni ahora como entrenador. Jugando bien o mal, Millonarios gana de convicción y jerarquía. Anoche, un error bastó para irse arriba en el marcador y, posteriormente, manejar el trámite del compromiso a gusto, defendiendo los inofensivos ataques del ‘Cardenal’, que, a pesar de intentar en reiteradas oportunidades, no generó opciones claras de gol. Santa Fe, anoche, sufrió su sexta derrota en los últimos 10 clásicos.
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“Hicimos un buen partido ante un gran rival que nos exigió bastante. Independientemente del rendimiento individual, no sería igual sin el apoyo de los muchachos. Quizá no tenemos esa fluidez y generación de juego que teníamos antes, pero tenemos esa capacidad de adaptación e interpretación del rival”, dijo Álvaro Montero, considerado la figura del partido. De sus pies nació un saque largo y fuerte que terminó convirtiéndose en una asistencia para Leonardo Castro, quien aprovechó la desatención de Santiago Cuero y la falta de comunicación de la saga defensiva de Santa Fe, para, con un gran gesto técnico, marcar el único tanto del compromiso. Cabe mencionar que el golero guajiro también fue importante en su área, sacando un par de acciones en los primeros 15 minutos que fueron de protagonismo para el ‘Cardenal’.
Millonarios sin posesión e interiores, pero más asertivo que Santa Fe
Hablando puntualmente del juego, sorprendió la nómina inicial del conjunto ‘Embajador’, que cabe resaltar no citó en la convocatoria a dos jugadores que venían siendo tenidos en cuenta, como Juan José ‘El Chocolo’ Ramírez y Daniel Mantilla.
Con tres centrales y un 5-3-2 sin extremos naturales, Gamero optó por ser cauteloso y estratégico, sin renunciar al ataque. Puso dos volantes mixtos, de buen pie y gran salida, como Macalister y Pereira; dos nueves, Leo y Falcao; y sacrificó físicamente y tácticamente a Danovis y Sarabia, a quienes les tocó jugar al límite, saliendo constantemente y regresando a cumplir con el posicionamiento. “A veces menos es más”, dicen algunos, y anoche lo hizo valer Millonarios, que desde el arranque, con un equipo un poco improvisado, manteniendo a sus pilares, fue a buscar un resultado positivo, sin desesperarse, sin dar ventajas, sin renunciar a lo que hoy le funciona: el juego directo y las transiciones rápidas. Así fue trabajando un resultado muy importante que le permite mantenerse de lleno en la disputa por ser finalista.
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Sin duda alguna, anoche la prioridad fue el resultado, por encima de jugadores y un fútbol vistoso. Sin posesión de pelota y por momentos viendo a su rival tocar el balón, Millonarios cortó los circuitos ofensivos de Santa Fe, taponó y doblegó la salida de Omar Albornoz, el jugador más determinante en ataque del ‘Cardenal’. Disparó más veces a portería y terminó siendo más asertivo que su rival.
Primera victoria para Alberto Gamero ante Santa Fe en finales. Ahora, el samario piensa en la final adelantada que se avecina: el doble enfrentamiento ante Atlético Nacional.
Alexander Cortes