El expresidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que sufrió un presunto atentado en su contra que se registró en la mañana del domingo 27 de octubre, mientras se movilizaba en un vehículo al que le dispararon hasta 14 veces.
El hecho quedó grabado en un video y se presentó cuando el exmandatario se dirigía a su programa semanal de radio en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país. En la grabación se observa que en la camioneta iba él, junto al chofer y una mujer, quien, en medio del desespero, le pedía a Morales que se resguardara para que no fuera impactado por alguna bala.
El exjefe de Estado denunció lo sucedido a través de su cuenta de la red social X y se dirigió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a otras entidades, indicando que el ataque fue perpetrado por “agentes de élite del Estado Boliviano”, el cual “consistió en un operativo combinado con las fuerzas militares y policiales que fracasó gracias a la fuerza y organización de los compañeros y compañeras de los movimientos sociales”.
Por tal motivo, solicitó que el Artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos sea activado, ya que la situación representa un riesgo y resaltó que también deben hacer una visita de trabajo al país boliviano con carácter de urgencia. Asimismo, señaló que el plan de intento de asesinato fracasó, y ahora eso significa una derrota política y la pérdida de legitimidad del Gobierno ante los bolivianos.
“La derrota de la guerra judicial instaurada para criminalizar y perseguir compañeros y compañeras luego de la Marcha para Salvar Bolivia. Serán derrotados en todos los escenarios, porque nos acompaña un pueblo comprometido, organizado y movilizado, dispuesto a defender nuestra Revolución Democrática y Cultural”.
El expresidente continuó publicando mensajes, uno de ellos acompañado del video donde aparece un militar y que, según él, confirmó tres cosas: “que los vehículos usados ingresaron en el cuartel militar, que quienes participaron en el operativo eran policías y que estos salieron en helicópteros”.
“Si Luis Arce (actual presidente de Bolivia) no dio la orden de este intento de asesinato, debe destituir y procesar inmediatamente a Eduardo del Castillo y Edmundo Novillo, ministros de Gobierno y Defensa, junto a todos los policías que participaron. El pueblo sabe que la verdad siempre se impondrá tarde o temprano”, añadió.
Posteriormente, compartió un comunicado de su partido, Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS IPSP), y allí explicaron que “el primer vehículo fue alcanzado por lo menos por 4 disparos de arma de fuego. Luego, Evo Morales cambió de vehículo por su seguridad; sin embargo, este fue alcanzado por 14 disparos. En ese último vehículo, el conductor fue alcanzado por un disparo que le rozó la cabeza y otro le alcanzó el brazo”.
En el documento manifestaron que, según lo relatado por testigos, “los carros que transportaban a los efectivos que perpetraron el atentado contra Evo Morales ingresaron posteriormente al cuartel militar y luego a un helicóptero que los esperaba en la pista de aterrizaje”.
El partido responsabilizó de nuevo al mandatario, Luis Arce, a Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno, y a Edmundo Novillo, ministro de Defensa. “Este no es un acontecimiento aislado; es la demostración evidente de que estamos ante un gobierno fascista que no duda en atentar contra la vida del expresidente Evo Morales, de contratar grupos paramilitares, de criminalizar la protesta social y de llevar a Bolivia a un enfrentamiento fratricida.
Para concluir, hicieron un llamado a la comunidad internacional a condenar este hecho y a las instancias llamadas por ley a la individualización de los responsables y la correspondiente sanción penal.
Tras esta noticia, diferentes figuras públicas se manifestaron y rechazaron el hecho; uno de ellos fue el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien desde su red social X, escribió: “Toda mi solidaridad a Evo, el fascismo asciende en toda América Latina. Ya no es solo la eliminación jurídica, ahora pasan a lo de siempre: la eliminación física de quienes piensan diferente. La decisión de las derechas de romper el pacto democrático pone en peligro las decisiones del voto popular. El tiempo que vivimos, por la policrisis mundial del capital y la humanidad, es un tiempo en donde hay que tomar posiciones y con firmeza llevar a la democracia real y global”.
Dayineth Molina Velásquez