Luego de más de cuatro meses sin avances en las conversaciones, el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se disponen a reunirse de nuevo en un intento por resolver la crisis que ha congelado los diálogos de paz, reactivados en noviembre de 2022.
En un comunicado emitido este miércoles, el ELN confirmó su disposición a “realizar una reunión con la delegación de diálogos del Gobierno para examinar la crisis en que se encuentra el proceso”, con la presencia de países garantes y acompañantes internacionales. Esta será la primera reunión formal desde mayo de este año, luego de una serie de desencuentros que interrumpieron las negociaciones, las cuales no celebran un ciclo de diálogos desde finales de enero.
El detonante: atentado y ruptura del cese al fuego
El cese al fuego bilateral, que había sido pactado durante un año, terminó el pasado 3 de agosto. Aunque el ELN ofreció una extensión de 20 días, acusaron al Gobierno de responder con “medidas guerreristas”, lo que llevó a la “ruptura abrupta” del cese al fuego y al recrudecimiento de los enfrentamientos armados.
El punto álgido de la crisis ocurrió el 17 de septiembre, cuando el ELN atacó una base militar en Puerto Jordán, Arauca, resultando en la muerte de tres soldados y dejando más de treinta heridos. Tras este incidente, el Gobierno suspendió los diálogos de manera indefinida, aunque ha reiterado su disposición a retomarlos si la guerrilla realiza un “gesto inequívoco de paz”.
Acusaciones cruzadas
El ELN ha señalado al Gobierno de ser el responsable de la crisis por sus “incumplimientos de acuerdos” y su “falta de voluntad política”, alegando que las acciones del Ejecutivo provocaron el fin del cese al fuego. En respuesta, el Gobierno insiste en que la guerrilla debe demostrar su compromiso con la paz, poniendo fin a los ataques y respetando los acuerdos alcanzados en ciclos previos.
Hasta ahora, las partes no han logrado avanzar hacia un nuevo pacto desde el ciclo de diálogos celebrado a finales de enero en La Habana, donde se acordó un modelo de participación de la sociedad civil en el proceso de paz, a pesar de los choques armados que ya comenzaban a intensificarse.
Un panorama incierto
El proceso, que se reanudó en noviembre de 2022 en Caracas, se encuentra estancado por las exigencias del ELN, que ha demandado al Gobierno que los retire de la lista de grupos terroristas y ponga fin al diálogo regional con Comuneros del Sur, un grupo que supuestamente se ha escindido del ELN en Nariño.
Con los recientes ataques en Arauca, una región donde el ELN mantiene una fuerte presencia, el futuro de los diálogos es incierto. Sin embargo, la próxima reunión se perfila como un nuevo intento por salvar un proceso que, hasta ahora, ha sido el más prolongado en términos de cese al fuego bilateral entre las partes.
Humberto ‘Toto´Torres