La Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) recibió recientemente dos monos bebé tití cabeciblancos, que fueron rescatados de personas que los mantenían como mascotas y los exhibían en redes sociales. Estos ejemplares, un macho y una hembra, se encuentran ahora en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la autoridad ambiental, donde están siendo evaluados por veterinarios para su recuperación.
El estado de salud de la hembra era particularmente preocupante. “Nos dimos cuenta del mal estado de salud de la ejemplar hembra, y ya instauramos el tratamiento médico y nutricional adecuado, con el cual lograremos que este animal se desplace normalmente y también recupere su buen estado nutricional”, explicó Vladimir Quintero Sánchez, médico veterinario y coordinador del CAV (Centro de Atención y Valoración de la Fauna Silvestre) de la CDMB. Este caso resalta la importancia de no mantener animales silvestres en cautiverio, ya que su bienestar y salud se ven gravemente comprometidos.
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Además, las personas que tenían a los primates en cautiverio solicitaron su tenencia legal, pero la entidad ambiental negó dicha solicitud. Los monos presentaban signos de maltrato y desnutrición, pero gracias al tratamiento médico y nutricional al que fueron sometidos, se espera que su recuperación sea pronta. Ambos monos serán trasladados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en Medellín, para su rehabilitación y posterior liberación en su hábitat natural. Este proceso es esencial para asegurar que los animales puedan reintegrarse adecuadamente a su entorno y desempeñar su papel ecológico.
Vladimir Quintero Sánchez recordó a la ciudadanía que los ejemplares de fauna silvestre no son mascotas. “Cuando alguna persona se dé cuenta de que están vendiendo un animal silvestre, por favor no lo compre por pesar o por creer que está haciendo algo bueno, porque lo que hace es fortalecer el círculo vicioso: el cazador lo vende y vuelve a cazar otros ejemplares para seguir vendiendo, y así se acaba la especie”, advirtió.
El mono tití cabeciblanco es una especie endémica de Colombia, especialmente de los montes de la Costa Caribe, y fue declarada en peligro de extinción en 1973 debido a la destrucción de su hábitat por la acción humana y su uso como mascota. La recuperación y liberación de estos animales no solo es un acto de justicia hacia ellos, sino también una medida crucial para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
Mariana Obando