El leopardo aprovechó una desconcentración en marca y se quedó con un juego clave para ambos equipos.
Terminó la jornada 11 de la liga; el estadio Américo Montanini se vestía de gala para recibir al campeón de Colombia que enfrentaba a un Atlético Nacional un poco diezmado, el cual no solo convocó a los jugadores que se vieron involucrados en los actos de indisciplina, sino que, además, Juárez utilizó a Harlen Castillo, Jorman Campuzano y Dairon Asprilla como titulares.
El marco espectacular para un juego el lunes en la noche se sentía en el ambiente, y este duelo tenía un apartado especial, pues para el apasionado hincha del Bucaramanga siempre es grato recibir a los históricos equipos colombianos en casa, más aún siendo el vigente campeón del fútbol colombiano. Sin embargo, todo lo contrario ocurrió en el terreno de juego, donde el primer tiempo estuvo muy lejos de las expectativas que generaba el compromiso. Los primeros minutos fueron de ida y vuelta, mucha intensidad y velocidad; el carril derecho fue la puerta de entrada para ambos equipos.
Por el lado del local, Santiago Jiménez era quien desdoblaba y buscaba reiteradamente el fútbol aéreo, mientras que, por Nacional, por el mismo carril, era incisivo Álvaro Angulo, y en ocasiones, Morelos se salía de la referencia de los centrales y se tiraba a los costados.
Las oportunidades de gol eran escasas; una que otra aparición de Sambueza facilitaba todo en el conjunto bumangués. Su precisión y visión dejaron a Esneyder Mena de cara al golero Harlen, quien dilapidó el único mano a mano de los primeros 45 minutos. Nacional, falto de ideas y de desequilibrio en la media cancha, sintió la ausencia de Edwin Cardona.
El segundo tiempo no cambió mucho; ambos equipos luchadores, más que brillantes, se dedicaron a disputar la pelota, con cambios de orientación, pero poca profundidad. Las individualidades de Sambueza y Cepellini marcaban la diferencia en un trámite en el cual ninguno de los dos equipos estaba cómodo.
Al minuto 69 vendría un apartado especial del juego: se producía el regreso de Michael Rangel, quien fue goleador del equipo en 2018, y su buen rendimiento y goles en temporadas anteriores llenaban de ilusión a los hinchas con la posibilidad de recuperar a su goleador. Inmediatamente, se produce el cambio; viene el cobro de una pelota quieta por el costado izquierdo, ejecuta Sambueza y, con la pelota en el aire y el movimiento de algunos jugadores al primer palo, Nacional se pierde, suelta marcas, libera espacios y aparece solo de frente a la portería Fabry Castro, quien acomoda su cuerpo para impactar la pelota y decretar el único tanto del compromiso.
“Para destacar todo, desde la dinámica, la intensidad con la que hemos jugado hoy, hemos jugado de la mejor forma para poder darle cara a un rival que tiene un plantel muy talentoso, con jugadores que vienen de jugar en ligas de un nivel superior y que les permite, como conjunto, tener un desarrollo de su juego más dinámico”, agregó Rafael Dudamel en conferencia de prensa.
“Sabíamos que íbamos a encontrar a un Nacional necesitado, no solamente de los puntos, sino también desde lo futbolístico, y la idea era no darles ventajas”.
Aunque Bucaramanga sigue fuera del grupo de los ocho, la victoria le permite sumar su segundo triunfo consecutivo, algo que no había podido conseguir a lo largo del semestre. Así mismo, se ubica con 13 puntos, a solo 1 del octavo, Millonarios. Por su parte, Nacional, con dos partidos menos, se mantiene en puestos de clasificación con 16 puntos, un buen colchón que los mantiene en puestos de privilegio y un salvavidas parcial para Juárez, quien tendrá que seguir trabajando y corrigiendo en una pelea contra el tiempo.
Alexander Cortés