Después de que se conociera que la embotelladora Manantial, perteneciente a Coca-Cola Femsa, extrae diariamente 279.000 litros de agua de un manantial en La Calera, se generó una discusión en la que se ha señalado a varios responsables, incluyendo supuestamente al actual alcalde de Bogotá, Carlos F. Galán, quien ha insistido en varias ocasiones que su presunta relación con la embotelladora es falsa, por lo que anunció que emprenderá acciones legales contra quien siga insistiendo con estas afirmaciones.
“FALSO. No soy parte del consejo directivo de Coca-Cola y nunca lo he sido. Le exijo al señor Euquico, o a quien se esconde detrás de la cuenta anónima @eclides3, que se retracte de sus mentiras. De lo contrario, acudiré ante un juez para que así se lo ordene”, enfatizó el mandatario.
El alcalde también señaló: “Tampoco es cierto que haya sido yo, como alcalde de Bogotá, quien le otorgó una concesión a Coca-Cola para extraer agua de La Calera. Esa concesión existe desde 1984 y depende de la CAR Cundinamarca, no de la Alcaldía de Bogotá”.
Asimismo, el mandatario aseguró que detrás de estos ataques se esconden intereses políticos que buscan desinformar a la ciudadanía con información ajena a la realidad.
Previamente, el alcalde ya había advertido que en su administración no existe ninguna relación: “No existe ningún permiso de Bogotá para que Coca-Cola obtenga agua de los embalses del Sistema Chingaza, ni de los ríos o las quebradas que los alimentan. La ciudad tampoco puede otorgar esa autorización ni puede revocarla”.
Cabe recordar que el medio Vorágine había denunciado esta situación, en la que la embotelladora Manantial extraía cantidades industriales de agua desde hace décadas. Sin embargo, en la actualidad, en medio de la crisis que vive La Calera, este se convierte en un caso representativo de los debates alrededor del uso del agua en Colombia.
Por su parte, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), ante la divulgación de estos hechos, confirmó que la concesión a la empresa Manantial, en efecto, existe y ha estado en vigor desde 1984. Este permiso fue otorgado por la entidad hace 40 años, con la condición de ser renovado cada 10 años, dependiendo de las condiciones de disponibilidad del afluente explotado. Por lo tanto, anunció una investigación para determinar las condiciones en que se otorgó y si esta sigue siendo viable bajo las circunstancias actuales.
La extracción de agua en grandes cantidades cerca de comunidades que tienen dificultades con su suministro no es exclusiva de La Calera. En 2021, de acuerdo con el medio Vorágine, están los casos de Sesquilé (Cundinamarca) y Caloto (Cauca), donde hay embotelladoras de Postobón que también extraen cientos de millones de litros de agua al año, mientras en esos municipios el líquido para la gente es escaso y de mala calidad.
Paola Martínez Burgos