El presidente Gustavo Petro anunció el cierre definitivo de la mesa de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras el ataque con explosivos que dejó dos militares muertos y 27 heridos en la base militar de Puerto Jordán, en Arauca. El atentado, que incluyó la detonación de una volqueta cargada de explosivos y el lanzamiento de seis tatucos, desató la condena del Gobierno y la suspensión del proceso de paz con este grupo armado.
“Es una acción que cierra un proceso de paz con sangre”, expresó Petro con evidente frustración. “Es un eterno devenir, silenciar una parte del pueblo y seguir en guerras matándonos entre nosotros una y otra vez, como si esa fuera nuestra historia. Es difícil preguntarnos si vamos a seguir por ahí, si es que los que no son de determinada élite no pueden estar aquí. La consecuencia es estarnos matando entre nosotros”, agregó el mandatario.
Por su parte, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, fue enfático en señalar que el ELN había desperdiciado una oportunidad única para avanzar hacia la paz. “El discurso del presidente es absolutamente claro. No puede seguir una mesa de negociaciones en medio de la sangre de nuestros soldados heridos y de la población civil. El ELN no entendió el mensaje y la política de paz. Insiste en la violencia y en hacerle daño a los colombianos”, sostuvo Cristo.
Desde el Congreso, el presidente de la corporación, Efraín Cepeda, respaldó la decisión del Ejecutivo y aseguró que el proceso de paz con el ELN “nació muerto”. “Veníamos insistiendo en que para qué se seguía un proceso de paz con una guerrilla que gobierno tras gobierno había demostrado no tener voluntad política. Es una buena decisión, aunque tardía, ha debido levantarse la mesa hace tiempo”, afirmó Cepeda.
El ataque se produjo la mañana del martes en la base militar de Puerto Jordán. Los soldados, que se encontraban en capacitación, fueron sorprendidos por los explosivos, dejando un saldo trágico que incluyó la muerte de los soldados profesionales Bayron Andrés Correa Vargas y Julián Patiño Arango.
Las heridas de los 27 militares restantes, seis de ellos en estado de gravedad, incrementaron la presión sobre el Gobierno para dar una respuesta contundente, lo que finalmente llevó a la suspensión del proceso de paz con el ELN.
Humberto ‘Toto’ Torres