Este 11 de septiembre, Estados Unidos y el mundo recuerdan uno de los momentos más trágicos de la historia reciente: los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, que dejaron un saldo de cerca de 3.000 muertos y sacudieron al país norteamericano.
Hace 23 años, a las 8:46 a.m., el vuelo 11 de American Airlines se estrelló contra la Torre Norte del World Trade Center en Nueva York, seguido poco después por el impacto del vuelo 175 de United Airlines en la Torre Sur. Estos ataques fueron perpetrados por el grupo terrorista Al-Qaeda, cambiando para siempre la vida en Estados Unidos y el enfoque de la seguridad global.
El Pentágono también fue blanco de los ataques cuando el vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra sus instalaciones en Arlington, Virginia. Un cuarto avión, el vuelo 93 de United Airlines, se dirigía hacia Washington D.C., pero fue derribado en un campo en Pensilvania luego de que los pasajeros se enfrentaran a los secuestradores.
Durante la jornada de conmemoración, familiares de las víctimas, sobrevivientes y autoridades se congregan en el Memorial del 9/11 en Nueva York, en el Pentágono y en el lugar donde cayó el vuelo 93 para recordar a los fallecidos. En todo el país, las banderas ondean a media asta, mientras que los nombres de las víctimas se leen en ceremonias solemnes.
El presidente de Estados Unidos, junto con otros líderes, destacó en su mensaje la resiliencia del pueblo estadounidense ante la tragedia y la necesidad de continuar trabajando por la paz y la seguridad global. A lo largo de los años, el recuerdo del 11 de septiembre ha reforzado la unidad nacional y ha motivado a millones a rendir homenaje a los héroes que sacrificaron sus vidas en ese día.
El legado del 11 de septiembre sigue presente en la memoria colectiva, recordando no solo la vulnerabilidad, sino también la capacidad de recuperación de un país que, frente al terror, ha mantenido su compromiso con la libertad y la justicia.
Sala Digital Colmundo